- Enrique Peña Nieto visitó comedor comunitario en Tierra Caliente de Michoacán.
- Se salió del programa de su gira y entre el asombro de los habitantes, el mandatario
platicó y se tomó fotografías con los niños que acudieron a recibir sus alimentos.
Chiquihuitillo, Mich.- El presidente, Enrique Peña Nieto, se salió del programa de su gira de trabajo por Michoacán, al trasladarse a esta localidad para realizar una visita sorpresa a un comedor comunitario.
En este sitio, uno de los 30 comedores instalados en el municipio, el mandatario conversó con las responsables de preparar alimentos para 150 personas, en su mayoría niños de primaria y secundaria, así como con embarazadas y adultos mayores.
Después de inaugurar el Hospital Regional de Apatzingán, el Ejecutivo federal viajó por tierra nueve kilómetros, que incluyó un tramo de terracería, hasta llegar a esta comunidad de la Tierra Caliente michoacana dedicada principalmente a la producción de pepino, mango y limón, entre otros productos del campo.
Entre el asombro de los habitantes, el mandatario platicó y se tomó fotografías con los niños que acuden a recibir sus alimentos, para después agradecer a las responsables de este comedor la labor que realizan de manera voluntaria, al igual que las 70 mil mujeres que prestan sus servicios en la región.
«Estamos visitando esta comunidad de forma sorpresiva, porque no estaba programado venir a esta comunidad de Chiquihuitillo» (…), pero quise venir a visitar un comedor comunitario aquí cerca», declaró el presidente de México, quien estaba acompañado por el gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero.
A la visita a Chiquihuitillo acudieron también los secretarios de Salud, Mercedes Juan López; de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jesús Murillo Karam.
Peña Nieto reiteró el reconocimiento a las personas que colaboran en la Cruzada Nacional Sin Hambre, para combatir la pobreza alimentaria que aquejaba a siete millones de mexicanos, de las cuales 60 por ciento tienen hoy garantizada su alimentación diaria.
En el lugar recibió muestras de agradecimiento de las cocineras y demás responsables del comedor y escuchó las experiencias de niños que a diario acuden al centro, donde reciben una alimentación balanceada.
Tras comer con los presentes morisqueta, un platillo preparado con arroz blanco y frijoles, y beber agua de sabor, el mandatario exclamó: «¡Hoy me lo terminé todo!», lo que provocó risas entre los infantes.
Rosa María Cabrera Robledo, que ayuda en ese comedor y otros de la región, explicó que además de la morisqueta, el menú incluye ensalada de atún, que tiene un costo de cinco pesos diarios.
