* En los próximos comicios habrá una serie de decisiones que tomar
y aprender de esta primera aplicación, para hacer un balance crítico.
Las elecciones del 7 de junio serán una «prueba del ácido» para ver qué es lo que funciona y qué no de la reforma electoral de 2014, consideró el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
En entrevista con Notimex explicó que lo anterior «no necesariamente para dar pie a una nueva reforma, pues creo que el ciclo de las grandes reformas electorales ya se ha cerrado, sino más bien para que las reglas de la democracia se vayan ajustando periódicamente».
Señaló que las reglas del sistema electoral se pueden perfeccionar, por lo que en los próximos comicios habrá una serie de decisiones que tomar y aprender de esta primera aplicación, para hacer un balance crítico.
También de las insuficiencias de la propia reforma y de los aspectos problemáticos de las reglas, es decir, de los ámbitos de mejora para irlos ajustarlos como lo hacen periódicamente las democracias.
Al respecto, el consejero presidente expuso que la dinámica de la vida electoral es tan intensa que nuevos elementos que requieren regulación de algún tipo o de ser contemplados en la legislación, vuelven necesaria una revisión periódica de las leyes.
Hay países como Panamá, donde el Tribunal Electoral tiene la facultad de hacer un balance de las reglas electorales al cabo de cada comicio y de proponer reformas a las leyes en la materia, que es algo que tal vez valiera la pena pensar para México, refirió Córdova.
Empero con independencia de que haya o no facultad de iniciativa en materia electoral para el INE, lo que sí es importante es hacer un balance y eventualmente que esto se traduzca en mejoras y ajustes a las normas electorales, lo que «creo es uno de los pendientes».
Otro desafío no menor es que una vez que termine este proceso electoral y cierre el ciclo de fiscalización en julio, «vamos a tener que nombrar a los integrantes de los consejos electorales de las 13 entidades que van a tener elecciones en 2016».
Además «debemos seguir robusteciendo el sistema de fiscalización, pues construimos un sistema luego de que falló la empresa española, pero después viene la fiscalización de los gastos ordinarios y si algún partido pierde el registro, viene la fiscalización del proceso de liquidación».
Eso es muestra de que el trabajo de la autoridad electoral no se acaba y los pendientes son muchos, por lo cual se tendrán que ir afinando los criterios, por ejemplo en lo que respecta a lo contencioso electoral, pues la Comisión de Quejas demostró que hay mucho por hacer.
Córdova Vianello consideró que discutir los criterios fuera del proceso electoral es el mejor momento, ya sin la estridencia ni la polémica de las elecciones, por lo que hay mucho trabajo de reflexión y de desarrollo, por no hablar de dos grandes temas hacia el futuro.
El primero es la modernización institucional del INE, pues «somos probablemente la institución más eficaz del Estado mexicano, ya que hemos logrado enfrentar con éxito todas las atribuciones que a lo largo de las reformas se nos han planteado».
Subrayó que hay atribuciones que no realiza el órgano electoral de ningún país, como ser la agencia de colocación de spots en radio y televisión más grande del mundo. «Somos una institución muy eficaz, pero hay que tratar de ser una institución muy eficiente, y creo que hay que repensar institucionalmente al INE, que no es el Instituto Federal Electoral (IFE), sino una institución distinta», subrayó.
Lorenzo Córdova abundó que «debemos tratar de terminar de remodelarla para que sea una institución que gaste bien, que gaste menos y que sea mucho más transparente y eficiente».
El otro gran tema y que involucra a la sociedad en su conjunto, es repensar la educación cívica en una lógica de largo plazo, ya que el Estado mexicano no tiene y no ha logrado construir a lo largo de las dos últimas décadas una política pública en la materia.
En esta tarea el Instituto Nacional Electoral tiene un rol fundamental, porque entre los grandes problemas de la sociedad mexicana está una precaria práctica y asunción de los valores democráticos.
