* Ahogado el niño…
* Corrupción, mal incurable.
* Partidos, principales responsables.
Por Julio A. AGUIRRE
Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que encuentras por qué. Mark Twain.
Los buenos deseos no aterrizan en realidades. Cada proceso electoral -municipal, estatal y federal- es escuchar el viejo y rayado disco. Tan aburrido y desentonado que la sociedad está harta de la música y letra.
Siempre actuando luego del niño ahogado. La propia militancia tricolor se hace sentir reconociendo los motivos que llevaron al Partido Revolucionario Institucional ser el gran perdedor el pasado 5 de junio. Ahogado el niño…
Malos gobiernos abusando de la mentira y dando cátedra de cómo, cuándo y dónde hay que robar dinero. Corrupción en grande igual a grandes corruptos motivo, entren otros, clave para que el Partido Acción Nacional se alzara con resultados que, sin duda, ni los blanquiazules esperaban.
Sucede con el PRI, igual con el PAN, ni se diga del PRD.
Autocríticos después del desastre que pudieron impedirlo pero no se atrevieron. Los partidos señalados vía dirigentes están cada año durante el informe de labores de sus militantes y al ser entrevistados, al término del evento, sólo loas para el gobernador en turno.
Sin duda saben la verdad pero no les conviene ventanear a su gobernador. Ni locos pensarán en el Hara Kiri, espera y confían que a la larga no salga a relucir la verdad.
Qué sucede cuando resulta que las cuentas no son como informaron, cuándo esos gobernadores son acusados, investigados y algunos castigados por enriquecimiento ilícito y corrupción comprobada, preguntamos.
Los edificios principales de los partidos políticos se convierten en gigantescos piletas donde todos
se lavan las manos; entonces sí «exigen» investigación a fondo y castigo de ser encontrados culpables.
«El partido político no es responsable del actuar de sus militantes», frase recurrente.
Quién protege al corrupto es igual o mayor corrupto que el exhibido.
«NUEVO PARTIDO»
Los bosques son encantadores, oscuros y profundos. Pero tengo promesas para cumplir. Y millas para caminar antes de dormirme. Robert Frost.
Sucede, también, que durante la derrota o frente a la victoria electoral los dirigentes hablan de un «nuevo partido». Nunca más funcionarios corruptos. Prometen dar seguimiento a los candidatos antes, durante y después del proceso electoral. Promesa mentirosa antes, durante y después de una administración municipal o estatal.
El «inflado» dirigente nacional del Partido Nación Nacional, Ricardo Anaya Cortés, ha pedido a los alcaldes emanados de la fuerza blanquiazul que el sello distintivo de sus administraciones sea «gobernar con verdadera transparencia, profunda honestidad, cercanía, contacto con la gente, generosidad y disposición.
«Les pido poner especial acento en la adaptación e implementación del Sistema Nacional Anticorrupción. Que los gobiernos del PAN se distingan, como lo eran, por ser de gente honesta, decente», subrayó.
El disco rayado de siempre. Un sueño hoy que se termina en pesadilla mañana.
No es el alcalde y tampoco el gobernador solos quien deberá conducirse por el sendero del bien. La responsabilidad mayor debe recaer en la misma dirigencia del partido que lo postuló.
No será el alcalde o mandatario en turno culpable único de ser etiquetado corrupto.
Culpable resultaran quienes no investigan, en tiempo y forma, el actuar de sus «muchachitos». Los líderes los respaldaron y es adeudo de los mismos rendir cuentas claras sin esconder la cabeza como avestruces.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí, ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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