* Inexplicable.
* Se «respira» el miedo.
* Visitaron «El Infierno».
Por Julio A. AGUIRRE
No es valiente el que no tiene miedo, sino el que sabe conquistarlo. Nelson Mandela.
A vuelta de esquina la consumación de Eruviel Ávila Villegas como gobernador del Estado de México, meses después sucederá lo mismo con Enrique Peña Nieto, que dejará la residencia oficial Los Pinos.
Dos mexiquenses que para quien escribe, mucho harían por la entidad y el país. Ambos nos quedarán a deber, sin duda.
No pretendemos hacer un resumen de sus gestiones. Ciertamente la administración estatal y federal, como todas, ofreció tamales de dulce, chile y de manteca.
Gente que trabaja y logra EN GRANDE, lema que acompañó al gobernador mexiquense durante seis años.
Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho, manifestó Enrique Peña Nieto.
Frases bonitas, «llegadoras», sin duda; pero al fin frases…deseos…promesas.
Mexiquenses y mexicanos tendrán la última palabra. Serán ellos -principalmente- quienes pongan calificación al gobernador del Estado de México y al presidente de México; dos paisanos que, pensamos, harían el uno-dos en bien de los de aquí y los de todo el país.
Lo intentaron, podemos asegurar, mas no lo lograron, principalmente en el tema que nos tiene a todos con el «Jesús en la boca»: La inseguridad.
Siendo presidente de la República Enrique Peña Nieto, el Estado de México se convirtió en una entidad violentada; de las más peligrosas en el país.
Siendo gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas, el municipio de Ecatepec está catalogado como el más violento del Estado.
Curiosidades o coincidencias, vaya usted a saber. La verdad, aunque duela, es esa y será ese peso con el que ambos personajes dejarán las sillas más importantes y calientes en el país.
Gente inocente o ignorante como quien escribe, sigue preguntándose: ¿Qué falló? Era de suponerse que Peña Nieto, conociendo a fondo el Estado de México, su tierra, haría y aportaría lo que fuese necesario para que, al menos el Edoméx- no sufriera los embates de la delincuencia como está sucediendo.
Lo miso pensamos en el caso de Eruviel Ávila Villegas, quien tras dos periodos como alcalde de Ecatepec, a su llegada a la silla principal de la entidad, haría, también, lo que fuese necesario por los habitantes del suelo que lo vio nacer. Ecatepec, ya dijimos, es el municipio donde se desayuna, se come y se cena miedo.
Impresionante el presupuesto del Edoméx en el tema seguridad. Ciertamente se intentó. Lamentablemente no se pudo.
Enrique Peña Nieto, ni más ni menos el Comandante de las Fuerzas Armadas del país. Sin duda lo buscó, tristemente no lo logró.
Difícilmente el Estado de México volverá a estar en tan privilegiada posición -tener un presidente mexiquense y un gobernador del mismo partido. Dejemos el pesimismo y entremos al realismo: Si no se pudo en ésta, ya no habrá otra.
COMO VA…
Por cierto ayer ambos personajes, Peña Nieto y Ávila Villegas, se metieron al «infierno», invitados por Valentín Diez, haciendo «oficialmente» la reinauguración del Estadio Nemesio Diez, conocido como la «Bombonera», un campo que suele convertirse en el infierno para los equipos que suelen visitar la capital del Estado de México, Toluca.
Sin querer (presionar) queriendo (motivando), Peña Nieto les pidió un campeonato de la Liga MX. Se lo deben, como presidente, dijo. Compromiso doble para la institución; ganar el título en sus 100 años y antes de que el ejecutivo federal deje Los Pinos.
La pelota en la cancha de los «Diablos».
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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