Por Julio A. AGUIRRE
* Eruviel se fortalece.
* «El Bronco» en el Edomex.
* «Política-Piojista», pa´l gato.
La fortaleza crece en proporción a la carga. T. W. Higginson.
Este día el Estado de México volverá a ser centro de atención de propios y extraños cuando se den cita a Casa Estado de México, los nuevos gobernadores electos que serán recibidos por el anfitrión en su calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Eruviel Ávila Villegas, bastante activo, como señalamos ya en este espacio, con su nueva responsabilidad.
Entre ellos el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez «El Bronco», visto por algunos como la novedad -que no colado- por su condición de mandatario sin partido político que lo avale y en el que tenga que apoyarse, rendir cuentas, o solicitar permiso para gobernar uno de los Estados pilares en el país.
Será interesante ver a un «gobernador rebelde» entre tanto mandatario que representa, defiende y se acoge a tiempos y formas que su partido dicta.
Lástima que la sociedad no sepa, con santo y seña, lo que tratarán. Venderá luego, obvio, el boletín oficial que informe parte -sólo parte- de lo tratado en dicha reunión en las aspiraciones futuras del mandatario mexiquense.
Habrá, ya confirmada, una ausencia de los mandatarios electos a decir del secretario general de Gobierno, José Manzur Quiroga. Silvano Aureoles (PRD), gobernador de Michoacán, recientemente operado.
Hasta donde tenemos conocimiento, Ávila Villegas resulta excelente anfitrión, y en su calidad de representante de la Conago, el mandatario mexiquense hará su «presentación» ante quienes pronto habrán de tomar protesta para gobernar sus estados los próximos seis años, o menos. Entre los gobernadores activos y quienes asumirán altas responsabilidades, surgirán varios que en 2018 se volverán encontrar con el gobernador mexiquense, ya no como cuates y unidos por dicha conferencia, sino en boletas (presidenciales) con distintos colores y siglas partiditas.
POLÍTICA-PIOJISTA
El consejo es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer pocos. Fray Antonio de Guevara.
Increíblemente, el lamentable caso del extécnico de la Selección Mexicana de Futbol, Miguel Herrera, ha tomado tintes bochornosos, ridículos y políticos.
El mundo se le empezó a venir abajo al llamado «Piojo» cuando aceptó participar en la pasada campaña electoral, en franco apoyo al Partido Verde Ecologista de México.
Grave error de ambos, sobre todo del entrenador que se ganó de inmediato la antipatía de millones de mexicanos que ven al Verde Ecologista como un partido político tramposo y mentiroso.
Le valió sorbete -a Miguel Herrera- que el equipo de futbol es representativo de todos los mexicanos y que el Partido al que él apoyó en su llamado a votar por los verdes.
La similitud de ambos, consideramos, entre uno y otro que Miguel Herrera no es un ejemplo para los mexicanos y el partido del Tucán, tampoco.
El cese del rebelde y bronco extécnico se ha convertido en un batidero político-deportivo de lo más increíble y denigrante. El personaje más reciente en tomar «partido» buscando llevar agua a su molino en el caso se llama Andrés Manuel López Obrador, y si usted, amable lector, pensó que el tema «Piojo-Partido Verde y Selección había llegado a su fin, entérese de lo expresado por el político tabasqueño. Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Casso, presidente de México, secretario de gobernación, y titular de Finanzas, respectivamente, hablaron con los directivos de Televisa para que quitaran a Miguel Herrera como entrenador de la Selección Mexicana de Futbol, son muy manipuladores, dijo López Obrador.
Aunque usted no lo crea ¡Tal cual lo expresó!
Andrés Manuel sigue lanzando palos de ciego. Quiso que los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se unieran a su movimiento.
Vio burro y se le antojó el viaje. Hoy no sabemos a ciencia cierta -con Andrés Manuel López Obrador no se sabe cómo vaya actuar, en qué momento y «a favor» de quién- si le solicitará al cesado «Piojo» que se una a su causa bajo el argumento de que Peña Nieto, Osorio Chong y Videgaray Casso fueron los responsables de su cese.
Lo que reitera López Obrador es su antipatía en contra del partido en el poder en una prolongada, innecesaria, nada creíble y menos fructífera campaña.
El tabasqueño tiene más de 14 años siguiendo una ruta equivocada, la cual, en lugar de acércalo, lo aleja, en cada acción y palabra, de su obsesión: Los Pinos.
La política y el deporte no se llevan. Quien se atreve a tomar tal mezcla tarde o temprano termina tirado en cualquier banqueta ahogado de poder.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final… A mi manerA.
Correo electrónico:
aguirre@8columnas.com.mx