Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA
*¡Preocúpense todos!
*De princesa a cenicienta.
*Llegó la recia, y la razia.
Cuando la adversidad llama a tu puerta, todos los amigos están dormidos. Proverbio polaco.
Ecuánime, hasta cierto punto, se ha comportado el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador respecto a su promesa en campaña de castigar a los corruptos.
Si bien cuando el poder era ostentado por Enrique Peña Nieto, todo era cantar y bailar para sus más cercanos colaboradores. El mexiquense se daba el lujo de desafiar a sus oponentes políticos mostrando un respaldo total a todos y cada uno de los integrantes de la banda (por aquello de cantar y bailar).
Todos recordamos la frase dedicada a Rosario Robles, entonces ex secretaria de Desarrollo Social.
“Rosario, no te preocupes”, le dijo dirigiéndole una mirada y sonriéndole. ¡Uff!, doña Rosario se sintió la Princesa del Castillo; el propio “Rey” le aseguraba que seguiría progresando bajo su tutela.
Hoy no sólo es Rosario Robles Berlanga quien debe estar preocupada, lo mismo va para la mayoría de quienes fueron obedientes y fieles a los deseos del entonces mandatario.
La noche mágica (en este caso el sexenio) se terminó; la carroza se volvió calabaza, se acabaron beneficios y del bailar y cantar, a apechugar y hacer frente a la justicia.
Hoy, pienso, hasta el propio Enrique Peña Nieto debe estar preocupado y triste porque él no tiene quién le repita aquella mágica frase: “Enrique, no te preocupes”.
El tema actual de Rosario Robles Berlanga es conocido de todos. La Fiscalía General de la República va por ella porque considera que poco o mucho tuvo que ver en llamada Estafa Maestra.
Volvamos al tema Andrés Manuel López Obrador, quien al inicio se mostraba renuente para actuar sobre quien fuera una mujer de toda su confianza, inclusive llegó a “defenderla”, señalando que Robles Berlanga era sólo un chivo expiatorio.
Hoy el ejecutivo federal puede señalar que no es asunto de él, que es un tema –y sus motivos tendrán- la Fiscalía para que actúe conforme a los datos que tiene.
Ciertamente no sabemos nada de leyes. Y no conocemos los casos porque esta, la ley, actúa hoy de una forma y mañana de otra; porque saben por quién, por qué y cuándo ir por alguien.
Más allá del resultado de las investigaciones y lo que la justicia dicte, Rosario Robles ha sido una vez más exhibida y juzgada por el pueblo: Culpable.
En política no hay coincidencias, dicen los que saben. Lo cierto es que Rosario Robles ha tenido tremendas equivocaciones inaceptables por los cargos que ha ostentado y que llegaron a colocarla como una de las mujeres más poderosas del país.
Se equivocó rotundamente cuando siendo Jefa del Gobierno del Distrito Federal, mezcló su trabajo y cargo con sentimientos personales. Se enamoró como una colegiada de aquel empresario argentino de nombre Carlos Ahumada (el señor de los videos), y al poco tiempo se perdió del mundo político.
Llegó a ser analista en algunos programas de televisión y agarró un hueso en el Estado de México. Fue entonces que Enrique Peña Nieto “le echó el ojo” y siendo presidente del país le dio tremendo puesto. ¿Bajo qué argumentos?- Sólo Peña, y ella, lo saben.
TODOS COLUDOS O…
El éxito nos muestra un lado del mundo; la adversidad nos trae el revés de la pintura. Charles Caleb Colton.
Hasta ahí la congruencia de lo dicho con lo hecho por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque desde nuestro escritorio y óptica política-social, el político tabasqueño tendrá que entender que en este esplendoroso y maravilloso mundo político, o todos rabones o todos coludos.
Pleito verbal (no sirve de nada) el que ha sostenido Andrés Manuel con los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, exhibiéndolos de fea forma (mal hecho, no es su papel), sin que pase nada hasta el momento.
Andrés Manuel López Obrador con estas acciones parece estar negando rotundamente la existencia de un posible pacto con el priista Enrique Peña Nieto.
Ya van varios –¡y los que faltan!- ex servidores públicos al mando de Peña Nieto que están siendo buscados y otros investigados. No hacerlo así, el presidente de México estaría faltando a su propuesta y estaría incumpliendo su promesa; por lo tanto, estaría decepcionando a los millones de ciudadanos que votaron por él.
Y que conste, esto apenas está empezando. ¿Rosario, no te preocupes? ¡Qué se preocupen todos!
La recia y la razia ya empezaron.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx