Tomás FLORES ROSALES
* «Teoría de juegos en Edomex».
Pocos se han percatado que el pasado domingo, Eruviel Ávila Villegas, cumplió 42 meses al frente del Ejecutivo estatal, y que le restan 30 para concluir su sexenio, faltándole, por tanto, 180 días para que inicie prácticamente lo que en política priísta se denomina la «cuenta regresiva» de su mandato.
Es decir, el ex alcalde de Ecatepec, de pretender elevar su futuro político más allá del sexenio gubernamental, ya está en condiciones para acelerar el paso, pues los compromisos actuales de tipo partidista y de gobierno apenas le dejarán coyunturas de espacio para enfilarse con mayor eficacia a superar sus logros políticos.
Ya fue alcalde, ya fue legislador, ya es gobernador, le faltaría convertirse en Senador o bien en un ícono con aspiraciones superiores sin pasar por la cámara alta del Congreso de la Unión.
Por eso, quienes acompañan o trabajan junto al mandatario mexiquense a manera de asesores, consejeros o estrategas políticos ya debieron haber insinuado al titular del Ejecutivo mexiquense que son tiempos de abonar para cosechar tras el proceso electoral del 2018, y así tenerlo al tanto de los momentos y movimientos del juego de la política, pues las semanas y los meses vuelan.
Experiencias dentro del priísmo estatal apuntan que otros actores políticos han trabajado, para mejorar sus aspiraciones de concretar una mayor jerarquía de poder, seis años antes, incluso, 12 años efectivos de tácticas y estrategias, no obstante, el haber tenido a su favor la investidura máxima en su entidad o en el lugar en donde hacen carrera.
Y es que en el caso del Estado de México, los seis meses próximos a partir del pasado domingo, servirán para garantizar el proceso electoral concurrente en donde se elegirán 40 diputados federales de mayoría relativa, 45 locales e integrantes de 125 ayuntamientos, lo que quitará tiempo y espacio a partir de que inicien las campañas electorales constitucionales.
Independientemente de los resultados en las urnas, se habrá agotado, prácticamente, el cuarto año del gobierno de Eruviel Ávila Villegas, y por tanto el margen de tiempo para aplicar algún proyecto político-partidista de máximo nivel estaría limitado para de inmediato cuajar, como se suele decir en el juego de la lucha por el poder.
Por eso, en la medida de que corre el tiempo sexenal que administra el gobernador del Estado de México, se estrechan los espacios para lanzar una estrategia transexenal mexiquense apuntalada en el PRI, o al menos que ya se tenga todo bien calculado con sus respectivos planes A y B, y de ser así, la verdad se está operando con gran inteligencia, sutileza y discreción, pero en la teoría de juegos de la política existe una condicionante fatal: los días y las noches se desvanecen a gran velocidad.
SÍNTESIS POLÍTICA
Es a tal grado la debilidad electoral de PAN y PRD, frente a la fuerza del PRI, en el Estado de México, que para el 7 de junio próximo los posibles candidatos de los mencionados, partidos opositores, están planeando competir para perder ganando; es decir, hacen sumas y restas, y calculan sus posibilidades de triunfo en el entorno de las candidaturas plurinominales y en los cargos de representación popular que les otorga la ley al perder en la competencia comicial por los ayuntamientos. Apuestan a ganar por primera mayoría o por representación proporcional, en la mayoría de municipios y distritos. Así es su realidad… Como parte del Constituyente Permanente de la federación, de manera unánime la Legislatura mexiquense en sesión presidida por la diputada Elda Gómez Lugo aprobó ayer que los estados y municipios solo puedan contratar deuda para inversión pública productiva y refinanciamiento de adeudos anteriores, y que antes de concluir sus gestiones deban liquidar los pasivos de corto plazo, conforme lo establece la reforma constitucional remitida por el Senado de la República.
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