Saúl GÓMEZ BRITO
Como observamos, la política de estabilización está basada en la entrada de capitales provenientes tanto de la inversión nacional como extranjera, dichas fuentes de financiamiento no logran aun el crecimiento real de la economía, por la existencia de una profunda y sostenida crisis de la economía internacional.
La complejidad de la situación envuelve a todos los componentes de la economía mundial aunque con variable intensidad y modalidades diferentes, la interdependencia de la situación económica se pone cada vez más en evidencia, lo mismo que la inhabilidad de las políticas y medios tradicionales para enfrentarlas con éxito.
Las bajas tasas de crecimiento económico, la persistencia de presiones inflacionarias así como la volatilidad y la misma emergencia de conflictos sociales y políticos conducen a la conclusión de no estar en un mejor momento para impulsar la inversión productiva en la perspectiva de alcanzar un avance sustentable.
De igual forma, el estancamiento económico generado por la política de saneamiento de las finanzas públicas, así como por el tipo de cambio sobrevaluado termina por reducir la base tributaria, lo que incide negativamente sobre las finanzas del Estado y sobre los niveles de la administración municipal.
Pero todo tiene un límite y ese límite es manifiesto en avanzar y prosperar, esta etapa de nuestra historia tiene un periodo de transición que va de la polarización social a la reconciliación y la concertación de una sociedad con espacios políticos restringidos a una sociedad más democrática con espacios abiertos a la participación. Las políticas hoy suponen capacidad para definir los objetivos fundamentales, para formular líneas de acción, para contar con los medios necesarios de transformación y saberlos emplear, descubrir y superar los obstáculos más tenaces que estorban el proceso económico, hoy necesitamos políticas audaces y grandes participaciones sociales.
En este esfuerzo, no se parte de cero. Las existentes fuerzas democráticas y progresistas están al lado de la justicia social; desde luego, no debemos sustraernos a los profundos y rápidos cambios que se registran en el escenario mundial y menos volver atrás, debemos partir de los cambios y demostrar capacidad para actuar de nuevas y mejores maneras. En estas horas, la solidaridad con las instituciones públicas es necesaria por las mismas razones morales y políticas, porque las instituciones son la principal trinchera por nuestra libertad afirmando el progreso, esto adquiere importancia para unir a los diversos sectores sociales como líneas de acción social y propiamente política.
El futuro está lleno de contradicciones y conflictos; sin embargo, parece promisorio para las fuerzas progresistas, se ha caminado y comprobamos que la realidad exige una dosis de creatividad e imaginación, pero lo más importante son los acuerdos políticos y económicos, estos se han iniciado con las reformas estructurales en pie.
Esta etapa tiene en el fondo un periodo de transición de una sociedad con mínimas oportunidades, a una sociedad donde las oportunidades se abren para todos en forma gradual pero sostenida y creciente para todos los mexiquenses Se trata de mejorar los servicios de toda la población y crear condiciones para una mejor participación en la toma de decisiones.
En el fondo se trata de fortalecer la legalidad y el orden, concediendo enorme importancia a la protección de los derechos legítimos de los ciudadanos, no perdiendo más el sentido de la perspectiva del progreso económico y social, determinando la marcha de nuestro desarrollo con nuevas metas cualitativas de progreso con nuestra razón y con nuestra conciencia.