DOMINGO DE ELECCIONES Y LECCIONES
Por: Isidro O`Shea
@isidroshea
El domingo pasado hubo tres citas con las urnas enAmérica, las tres interesantes a su forma y por sus circunstancias. Chile, Venezuela y México, sí en México también.
Afirmo que hubo elecciones y no que se celebraron elecciones, pues unas de ellas estuvieron lejos de ser limpias y democráticas, y las otras dos, más que celebrar la democracia, parece, que tuvieron como causa en el caso mexicano, y consecuencia en el caso chileno, la crisis de la democracia.
En Chile se dieron cita millones de ciudadanos en las urnas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Era predecible que solamente sería la primera vuelta, dado a que se esperaban unos resultados altamente reñidos, con demasiada fragmentación partidista, es decir, un electorado dividido en varias opciones.
La parte más interesante del resultado chileno es la evidencia, de que ellos sí, a diferencia de México, están ideológicamente polarizados; y es que los partidos políticos moderados o más apegados al centro del espectro político quedaron muy lejos de los dos finalistas los candidatos de los puntos extremos del espectro ideológico; los candidatos de la derecha y la izquierda radicales.
Tal cual y sin medias tintas. Eso sí es polarización ideológica completa: cuando tanto partidos como electores, es decir oferta y demanda, se encuentran radicalmente lejos de los “otros”. Así Kast y Boric se enfrentarán en una segunda vuelta, donde el electorado que votó por las otras opciones (aproximadamente 47%) será definitorio para saber hacia a qué lado de lo radical se va el péndulo chileno.
Por su parte, en Venezuela hubo elecciones regionales y locales, mismas que no sirvieron más que para dar cuenta una vez más de la existencia del ya partido hegemónico. A ello hay que sumarle que, ante el gobierno autoritario, y los procesos electorales amañados, parece que la oposición se ha debilitado en los últimos meses en lugar de fortalecerse.
De las 23 gubernaturas en juego, la oposición solamente obtuvo victoria en 3, es decir apenas más del 10% del territorio y sus subdivisiones nacionales. Sin embargo, como se sabe, es poco fértil analizar los resultados electorales de sistemas de partido único o hegemónico.
A pesar de lo anterior, Álvaro Luis, especialista en política venezolana marcaba ciertas claves para entender lo sucedido: una baja asistencia a las urnas (alrededor del 42%); un cansancio y debilitamiento del que ha sido ya por un tiempo el principal opositor al régimen de Nicolás Maduro: Juan Guaidó; la desmovilización tanto del partido gobernante como de los opositores; y un creciente rechazo a la falta de unión entre los diferentes actores de la oposición. Con lo anterior ya no solamente suena conocido del pasado mexicano, sino también del presente.
Por último, quienes también tuvieron derecho a ir a votar, eso sí, de manera desgastada y sin ánimo, fueron los ciudadanos de Tlaquepaque, Jalisco, dada la nulidad de la elección del junio pasado, consecuencia de la intervención en actos políticos del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien fracturó así la regla del laicismo en política.
Citlalli Amaya candidata de Movimiento Ciudadanorefrendó su victoria, obteniendo 43% de los votos, 5% por encima de su “único” rival Alberto Maldonado de MORENA, quien obtuvo 38% de los votos. Así la candidata ganadora aumentó su victoria respecto a junio, pasando del 1.5% de margen de victoria, a uno más cómodo de 5%.
Eso sí, el nivel de participación electoral fue de apenas del 21.6%. Solo uno de cada 5 electores fue a las urnas. En pocas palabras: una clara evidencia de ciudadanos ¡hasta la madre!
Moraleja: la democracia necesita votos, pero también voluntades; necesita voluntades, pero también responsabilidad de esas voluntades, que no hagan que nos vayamos a los extremos. Y no, no se trata de una democracia de élites, se trata de responsabilidad de los ciudadanos como parte de la democracia.
Tiempo Extra: “Qué pronto se olvidan” exclama la gente de Ixtapan de la Sal. Edgar Ocampo presidente municipal electo y quien obtuvo una cómoda victoria en las elecciones de junio, con su discurso de “humildad”, prefiere ya que los refractores lo muestren cercano a las élites de MORENA, y no a los ciudadanos. Mucho de lo que decía de su antiguo jefe, el actual presidente municipal, parece que lo aprendió bastante bien: lo señalaba con un dedo, pero con cuatro ya se señalaba a él. Este chavo ya se subió en un ladrillito de poder y parece que no le interesa hacer carrera política, como tampoco cumplir con los compromisos y la gente de Ixtapan.