Por: Edgar Romero
Sin duda alguna el 2018 fue un gran año para Andrés Manuel López Obrador quien después de dos intentos fallidos logro convertirse en Presidente de los Estados Unidos Mexicanos con siguiendo 30.11 millones de votos, una cifra altísima que por supuesto nos da una idea clara de la legitimación electoral del Presidente.
La avasalladora victoria de Andrés Manuel fue un claro reflejo del hartazgo del sistema político tradicional, las personas salieron a votar como nunca antes y votaron no solo por Andrés Manuel sino por todos los candidatos de MORENA, el efecto que provoco el peje fue evidente y se reflejo en toda la elección, MORENA gano cinco de las nueve gubernaturas en disputa, consiguió trescientos tres escaños en la Cámara de Diputados y setenta en la Cámara de Senadores se llevo el carro completo como se dice en el argot político(la ultima vez que sucedió esto fue con Ernesto Zedillo) El efecto peje fue definitivo en la contienda electoral, MORENA represento y sigue representado para muchos una oportunidad de cambio y un movimiento alternativo, las próximas elecciones el nombre de Andrés Manuel no estará en las boletas electorales pero: ¿de que manera influirá la diaria exposición en los medios de comunicación de la imagen del Presidente, y sobre todo su desempeño como Presidente de todos los mexicanos? ¿la figura del Presidente será un factor decisiva que incline la balanza a favor de los candidatos de MORENA?
Tradicionalmente las elecciones intermedias se han considerado como elecciones de estructuras, son elecciones donde existe poca afluencia de votantes y los votos que llegan a las casillas son reflejo del voto duro de los partidos políticos y su capacidad de movilización y operación el día de la elección, la diversidad de opciones y partidos políticos atomizan el voto, los candidatos que ganen, ganaran con un numero pequeño de sufragios, históricamente atomizar el voto beneficiaba al Partido Revolucionario Institucional sin embargo Andrés Manuel trascendió a su propio partido político y patento la marca MORENA, hoy los candidatos que abanderan a este partido siguen teniendo altas posibilidades de ganar, han aprendido a hacer estructuras, a movilizar gente a operar políticamente, pero sin embargo la contienda no será nada sencilla, el Presidente también tiene ya su desgaste, se empecino en no suspender las conferencias mañaneras durante la época electoral, el discurso de la austeridad financiera, de los conservadores contra los liberales de la lucha contra la corrupción día a día se van desgastando y en algún momento terminaran por diluirse, tarde que temprano nos daremos cuenta que solo es mas de lo mismo pero por lo mientras la MARCA sigue conservando simpatizantes y los políticos chapulines y experimentados se siguen uniendo a ese proyecto.
Muy a pesar de que el nombre de AMLO no estará en las boletas electorales se avizora un triunfo no tan contundente como el de la elección anterior pero un triunfo, al fin y al cabo, el Presidente no será capaz de conservar su mayoría en la Cámara de Diputados y será entonces cuando conozcamos otra faceta de Andrés Manuel, optara por la negociación, el dialogo y el acuerdo, o preferirá la confrontación y el veto, como todo en la vida lo que empieza termina y elección tras elección será el inicio de un final predecible.