POR Leazly VILLAR
De acuerdo con un estudio reciente de coaching de ventas, para el 76% de las empresas el coaching es un factor crítico de éxito. Pero antes de que puedas llegar a ese camino común; de hecho, antes de que comiences el proceso de coaching, como empleado debes ser receptivo a éste y más que nada, tener confianza.
Para entender qué tan importante es la confianza, considera tu propia experiencia. Si no crees que el objetivo principal de tu gerente sea ayudarte a alcanzar tus metas personales y profesionales, entonces probablemente no serás muy receptivo a lo que tienen para ofrecer. A menos que puedan crear una conexión emocional y demostrar que comprenden que se trata de ti, no de ellos, entonces la relación no va a llegar muy lejos.
Como gerente o líder, la creación de un entorno receptivo para el coaching requiere tiempo y esfuerzo, pero el valor se extiende mucho más allá de las conversaciones de coaching. Cuando las personas confían en ti, trabajarán más duro, escucharán mejor y serán más comprensivos con los errores o malentendidos. Cuando la confianza es baja, hay más resistencia y la comunicación simplemente no funcionará tan bien.
En su trabajo en The Neuroscience of Trust, Paul J. Zak señala que donde existe una gran confianza, los empleados son más productivos, enérgicos, colaborativos y tienen más probabilidades de permanecer más tiempo en la empresa, pero no solo eso: “ellos también sufren menos estrés crónico y están más felices con sus vidas, y estos factores impulsan un desempeño más fuerte”.
Sin embargo, la confiabilidad no proviene solo de habilidades gerenciales o de coaching específicas. También requiere una mentalidad centrada en los demás. Para tener discusiones honestas y abiertas con tus empleados, debes ponerte en su lugar y estar dispuesto a hacer el trabajo para establecer un terreno común, conectarte emocionalmente y romper las barreras de la “pre-ocupación”.
En el compromiso de coaching en sí, la responsabilidad del gerente de crear confianza en la relación incluye acciones tales como:
- Establecer una buena relación antes de iniciar el diálogo de coaching;
- Poner a un lado su agenda y enfocarse totalmente en la persona;
- Reconocer y adaptar la comunicación al estilo de comportamiento;
- Comunicar su sincero interés en el desarrollo de esa persona;
Formas en que los líderes desarrollan una cultura de la confianza:
Como señaló George Horace Gallup (periodista, matemático y estadístico estadunidense) en un artículo que explora la potencial crisis de confianza que enfrentan muchas compañías: “Un fuerte liderazgo ético es una parte importante que les da a los empleados y clientes la confianza para invertir en relaciones a largo plazo con organizaciones”. Para comenzar a forjar estas relaciones de confianza tan importantes, debemos:
1 – Comunicar claramente las expectativas a cada persona. No asumas que saben lo que estás pensando o responderías a los mismos motivadores internos que haces. Comunícate teniendo en cuenta su estilo de perspectiva y comportamiento, no el tuyo propio.
2 – Demuestra que tienes, de corazón, interés por lo que dice y hace. Ten en cuenta que a veces las acciones hablan más que las palabras.
3 – Cumplir con los compromisos dados y recibidos. Esto no se trata solo de lo que has comprometido con tus empleados, sino también de los compromisos de los empleados contigo.
4 – Sé sincero y auténtico, incluso cuando no sea sencillo. Como gerente, tendrás que lidiar con problemas difíciles de vez en cuando. Las conversaciones sobre problemas de rendimiento u otros desafíos nunca son fáciles, pero cuando seas sincero acerca de los problemas y demuestres que tienes en mente tus objetivos y su éxito, en realidad fortalecerás la relación.
5 – Modela la confiabilidad con los miembros de tu equipo y los clientes. Muchas empresas tienen declaraciones de valor que promueven un compromiso de confianza e integridad, pero eso no significa que esas cualidades se traduzcan automáticamente en comportamientos cotidianos. A través de sus propias acciones, los gerentes establecen el estándar. Tus empleados se darán cuenta y seguirán tu ejemplo. Y eso significa que tus clientes también lo notarán.
Si bien la confianza es la piedra angular y la base de las relaciones productivas y los equipos de alto rendimiento, no es algo que suceda de la noche a la mañana. Está construido y mantenido por muchas acciones pequeñas a lo largo del tiempo. Se nos confía la forma en que vivimos nuestras vidas y gestionamos las relaciones con las personas.
Entonces, ¿qué haces todos los días para fortalecer la cultura de la confianza con tus empleados y clientes?