Por: Edgar Romero
Faltan solo cinco días para la jornada electoral del seis de junio donde los mexiquense habremos de emitir nuestro sufragio para elegir a los integrantes de los ayuntamientos en todos los municipios de la entidad, diputados locales y diputados federales, y aunque la elección es concurrente los escenarios políticos son completamente diferentes, por un lado esta la elección federal donde lo que se juega no es poco, al presidente le urge que su partido siga manteniendo la mayoría en la cámara baja para poder impulsar las reformas a la Constitución que le permitan continuar en el poder, por mas que el tema no se toque en las conferencias matutinas el fantasma de la reelección siempre estará latente, el poder es la droga que genera una fuerte adicción. Por el otro lado están las elecciones locales que, por supuesto generan una efervescencia particular porque es el municipio el nivel de gobierno que esta mas cercano a la gente, porque son las secciones electorales de los municipios las que sostienen el gran andamiaje del voto duro de los partidos políticos.
Pensar hoy en día que el voto duro de los partidos políticos sea suficiente para ganar una elección es una utopía, sobre todo cuando el sufragio se encuentra atomizado entre tantas opciones políticas, a ello tenemos que sumarle los partidos satélites y también a los candidatos independientes que quiérase o no también jalan agua para su molino y quitan votos a los candidatos que tienen verdaderas posibilidades de ganar, en estos momentos no hay nada para nadie, incluso pasando la elección aun no habrá nada definido hasta que los Institutos Electorales validen los resultados de la contienda, esto, suponiendo sin conceder que la estrategia pos electoral no se decante por descalificar al arbitro electoral cuestión que para nada seria rara si nos remitimos a los recientes antecedentes que todos conocemos.
La motivación que cada persona tenga para emitir su sufragio determina al tipo de voto y de votante, a lo largo de la historia política-electoral podemos distinguir al ya referido voto duro de los partidos políticos, pero también el voto útil , el voto cruzado o selectivo, el voto de castigo, pero también existe el voto silencioso que es precisamente el tema de estas líneas y el motivo de que las encuestas se derrumben y fallen.
El voto silencioso o escondido es el que se lleva acabo en el ultimo momento, es un voto pensado, reflexionado y razonado que se ejerce cuando el ciudadano se encuentra solo frente a la boleta electoral, y que con anterioridad nunca había sido revelado, tal vez por miedo a represarías, quizá por temor a perder sus trabajos, o simplemente por miedo a la descalificación que puede representar emitir una opinión o un posicionamiento publico. Como quiera que sea, el voto es un derecho humano y universal que debemos proteger y ejercer, aun no hay nada para nadie, pero el voto silencioso e inteligente puede marcar la diferencia, derribar encuestas, estadísticas y por supuesto abonar a la democracia nacional.