viernes, diciembre 20, 2024
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ESA NO ES LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA- ISIDRO O’SHEA

ESA NO ES LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA


Por: Isidro O`Shea

@isidroshea

Qué fácil resulta hoy día hablar de la democracia participativa; incluso que fácil parece también hablar en nombre de ella como se hace igualmente en nombre del pueblo. Fácil es para el populismo, que no se rige ni por límites ni por reglas, sino solamente por sus inigualables deseos del poder por el poder mismo. Y es que el populismo parece no haber entendido que la democracia no es el fin en si mismo, sino el instrumento para lograr mejores condiciones de vida.

La consulta popular del domingo fue un poco más y un poco menos que un circo. Un poco menos en el sentido de que la participación no llegó ni al 10% de la lista nominal nacional, y un poco más en el sentido de cuáles son o pudieron ser los intereses del presidente López Obrador; claro está, más allá de la estrategia populista de no tomar al toro por los cuernos, y de no asumir responsabilidades, y pasarle “la bolita” a la ciudadanía.

Y es que no hay que malinterpretar la cuestión. La democracia participativa puede y ha llegado a ser un instrumento sumamente poderoso; sin embargo, tampoco se trata de sacar cada domingo las urnas a la calle en espera de que la ciudadanía tome las decisiones que las autoridades deben tomar.

En primer lugar, las consultas ciudadanas o cualquier otro ejercicio de democracia participativa debe cumplir con ciertos criterios y pautas que permitan justamente eso: decir que consta de un ejercicio democrático, lo cual, por ejemplo, no cumplió la consulta “patito” respecto al nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Al respecto, recomiendo leer a Yanina Welp en un artículo del 2020 en la revista española de ciencia política.

Por otra parte, en lo individual, considero que este tipo de prácticas deben ser vistas como posibles recursos ante conflictos específicos e históricos en los cuales la sociedad no se ha logrado poner de acuerdo por más que pasen los años. Conflictos pues, que hayan fragmentado a la sociedad y que sobre todo sean concretos, por ejemplo: el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia (2016); la consulta sobre una nueva constitución en Chile (2021); o incluso la muy polémica posibilidad de referéndum para la independencia de Cataluña respecto a España.

Menciono los anteriores, dado que en ellos se abordan problemáticas concretas, a diferencia de lo que sucedió – o no, dada la baja participación – el domingo pasado en México, donde realmente, más allá de la buena o mala redacción, no se preguntaba nada; no había nada concreto respecto a qué posicionarse, ni mucho menos era un tema en el cual la sociedad tuviera puntos de vista encontrados: la mayoría de los mexicanoscreemos que la ley, simplemente, debe hacerse valer.

La pregunta cuestionaba tu punto de vista respecto a que “actores políticos” enfrentaran o no, procesos apegados al marco constitucional, para así esclarecer “decisiones políticas tomadas en años pasados”, con el fin de garantizar la justicia, y los derechos de las posibles víctimas. ¡Vaya pues!

Y es que en realidad dicha pregunta no consistía en nada. Por actores políticos podemos entender desde presidentes hasta regidores. En México solamente en elecciones federales (es decir, sin contar las de cada entidad) elegimos 629 cargos de elección popular (500 diputados; 128 senadores y presidente de la República) si a ello le sumamos los 32 titulares del poder ejecutivo de cada entidad, estamos hablando de 661 autoridades electas, y si a “solo” esa cifra la multiplicamos por los últimos años, pues evidentemente no solamente se llega a cifras de 5 dígitos de aquellos posibles objetos de procesos legales, sino que pierde cualquier sentido y credibilidad. Simple y sencillamente la ley debe ejercerse, pero también simple y sencillamente hay a quien le faltan pantalones o le sobran los pretextos de los porqués no ha respondido a la “superoferta” que cualquier demagogo y populista presenta en campaña.

De lo anterior y otras cuestiones que se podrían profundizar, realmente es que no presento el hilo negro, pues prácticamente todos los mexicanos se dieron cuenta de ello; basta con ver los niveles de participación: un 7% de la lista nominal, al cual para cuestiones de la legitimidad del simple hecho de realizar la consulta, le restaría el .7% que hubo de votos nulos, que muy probablemente radicaron en leyendas contra la consulta; a favor de ejercer la ley; o en específico en contra del presidente López Obrador.

Lo paradójico, es que lo que más me preocupa, es el escenario ultra hipotético de haber alcanzado el 40% de la participación. En ese caso ¿Qué se hubiera significado el ser vinculante? ¿Juzgar a su acérrimo enemigo Calderón y a los otros no por “falta de pruebas”?

¿Y quiénes serían aquellos que votaron por el NO? ¿Acaso, no habrán sido actores políticos como Claudia Sheinbaum; Marcelo Ebrard o López Gatell, quienes llevan muchas víctimas mortales en sus espaldas?Desde el Colegio Rébsamen hasta la línea 12 de la estación “la noche triste” de la Ciudad de México.

Por cierto, hasta la señora Beatriz Gutiérrez Mullerdecidió no votar, pues si bien señaló al IFE como el culpable de que no haya podido votar, la señora simple y sencillamente acudió a una casilla que ella sabía no le pertenecía, pues no hubo casillas especiales dado el alto costo; a Beatriz hay que recordarle que, a diferencia de las parejas presidenciales anteriores, prácticamente le pusieron – en las pasadas elecciones de junio – una casilla en su casa: el austero Palacio Nacional.

En fin, esos millones de pesos hoy están junto a la basura; y como ya muchos lo han señalado hubieran servido entre muchas otras cosas, para vacunas para frenar la aceleración del COVID o bien para los medicamentos de los niños con cáncer que llevan meses esperando; sin embargo, ya sabemos que las prioridades de algunos son políticas y no humanas.

Por no dejarlo en el tintero: este ya es el tercer revés electoral del presidente López Obrador; pues hay que sumarle 1) las elecciones del 2020 en Hidalgo y Coahuila; 2) la caída en la elección intermedia de este año para la integración de la Cámara de Diputados…aunque seguramente él tendrá otros datos.

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