Por: Ariel Pérez
Cada año se celebra el 28 de junio el Día Internacional del Orgullo LGBT(TTI+) en el mundo, día en que se realizan eventos y manifestaciones para celebrar de manera pública a esta comunidad.
No obstante, la comunidad LGBTTTI+ celebra todo el mes de junio el mes del orgullo. El arranque de esta tradición empezó en la ciudad que nunca duerme, Nueva York, en 1969, donde se produjeron los conocidos como los disturbios Stonewall, cuando la comunidad LGBTI de Estados Unidos se unió, por primera vez en la Historia, para reivindicar sus derechos.
En los años 60 todavía no estaban reconocidos los derechos de este colectivo y había pocos locales los que sí les permitían la entrada abiertamente, aunque se enfrentaban a la posibilidad de ser arrestados. Fue un año después, cuando tuvieron lugar las dos primeras marchas en favor de este colectivo LGBT, Nueva York y los Ángeles, a las que poco a poco, se comenzaron a sumar otras ciudades del país, y años más tarde, este movimiento se extendió a otros continentes.
La gran problemática continua ya que son demasiados los países en los que ser lesbiana, gay, bisexual, transgénero o intersexual (LGTBI) supone soportar a diario la discriminación. Esta discriminación puede basarse en la orientación sexual de la persona (por quién siente atracción), en su identidad de género (cómo se define como persona, al margen de su sexo biológico), su expresión de género (cómo expresa su género al vestirse, peinarse o maquillarse) o sus características sexuales (por ejemplo, sus genitales, cromosomas, órganos reproductivos o niveles hormonales).
Desde los insultos hasta el acoso, pasando por la negación de puestos de trabajo o de atención médica adecuada, el abanico de tratos discriminatorios es tan amplio como pernicioso. Y puede llegar a ser letal. Enmuchísimos casos, la gente LGBTI es hostigada por la calle, golpeada y, a veces, asesinada, sólo por ser como es.
La orientación sexual y la identidad de género son aspectos integrales de nuestra individualidad y en ningún caso deberían ser motivo de discriminación ni abusos. Si bien hablar de la comunidad LGBT no debería de ser etiqueta, el principio básico es que somos humanos y debemos de gozar de nuestros derechos fundamentales.
La igualdad y la no discriminación son principios básicos de las normas internacionales de derechos humanos. Toda persona, sin distinción, tiene derecho a disfrutar de todos los derechos humanos, incluidos el derecho a la igualdad de trato ante la ley y el derecho a ser protegido contra la discriminación por diversos motivos, entre ellos la orientación sexual y la identidad de género.
Así mismo los Estados tienen la obligación jurídica de cerciorarse de que sus propias leyes y políticas no discriminen contra las personas por su orientación sexual y su identidad de género y también de que su marco jurídico ofrezca una protección adecuada contra esa práctica discriminatoria por terceras personas. Esa obligación trasciende la cultura, la tradición y la religión. Todos los Estados, no diga “gay” la libertad de expresión se ve amenazada por objeto prohibir la “promoción pública de la homosexualidad”.
Los grupos LGBT a menudo son objeto de restricciones y prohibiciones discriminatorias a la celebración de actos públicos. Los desfiles de orgullo LGBT han sido prohibidos en algunas ciudades, mientras que, en otras, donde sí se han celebrado, las autoridades no han adoptado medidas eficaces para proteger a los participantes, lo que ha dado lugar a violentos ataques por parte de grupos neonazis y otros extremistas. Ficha de datos Igualdad y no discriminación independientemente de su historia o especificidades regionales, deben garantizar los derechos de todas las personas. Los gobiernos que se niegan a proteger los derechos humanos de las personas LGBT violan el derecho internacional.
Debemos impulsar leyes y políticas que protejan la dignidad de todas las personas. El derecho a existir libremente en nuestra diversidad es también una garantía de democracia.