lunes, noviembre 18, 2024
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Un mejoralito para un cáncer

POR Leo Espinoza


El 8 de marzo México se paralizo, pues en el marco del día internacional de la mujer, aun con la pandemia a cuestas, miles salieron a las calles cansadas de la impunidad y la falta de igualdad de oportunidades.
La mayoría de los gobiernos ya sean locales estatales o federales fueron previsores y trataron de salvar zócalos, monumentos e instituciones con toda suerte de elementos como vallas, policías, cercos, gases y hasta un comando anti drones, sin embargo el encono social de las féminas en la mayoría de los casos, arraso las protecciones y manifestó su repudio al machismo con pintas, vidrios rotos, golpes y hasta quemas de inmuebles.
Una vez más se hizo manifiesta la violencia estructural y enquistada como un cáncer terminal del patriarcado sistemático que lacera a nuestro país, desgraciadamente nadie escapa de él, ni las feministas, como si se tratará de la torre de babel en redes en las que se pudo atestiguar de hombres contra hombres, mujeres contra mujeres, gobierno contra feministas, feministas contra gobierno, población LGBTTTIQ+ contra feministas radicales que al final del día desdibujo el esfuerzo legítimo y las consignas de quienes quieren y exigen vivir libres, iguales y sin miedo.
No faltaron actos grotescos como la marca de tenis Panam quien en un acto poco ético quiso vender tenis con la frase “el violador eres tu ” una burla para quienes han sufrido este delito o la felicitación innecesaria de Félix Salgado cuando es imputado por delitos contra mujeres, es tal la polarización que hasta los dibujos animados son presas de señalamientos tal como el famoso zorrillo Pepe Le Pew quien ahora es señalado por fomentar el acoso en menores y que esto le costó la cancelación de su aparición en la precuela de Space Jam.
La lucha por la igualdad de derechos no se puede limitar a la cultura de la cancelación, que aunque ayuda no genera un cambio sustancial en la vida de las mujeres, tampoco lo es permitir que las feministas se manifiesten y descarguen su ira y dolor contra bienes públicos y privados sin ningún tipo de estrategia a corto, mediano y largo plazo por parte de las autoridades, mucho menos las posturas divididas que dejaron de creer en el gobierno y la justicia por la falta de respuesta ante tantos casos de feminicidios, secuestros, acosos, violaciones y demás vejaciones que sufren a diario las féminas.
México está enfermo, tiene cáncer y se llama machismo, y si no solo afecta a mujeres, también a miles de hombres que por alguna característica particular también son violentados y asesinados, urge que se le ponga fin a esta situación y lo primero es reconocer el diagnostico de que ya nadie está a salvo de esto. Nuestro país sangra y mata tanto entre pares como si estuviera en guerra, ¿hasta cuando nos daremos cuenta que mantener la misoginia nos pone en riesgo latente a nosotros mismos y los nuestros todos los días?.
La solución ya la hemos compartido muchas veces, trabajar en la educación, reformas legislativas de nivelación con perspectiva de género, sanear la administración de justicia, y voluntad política y social para cambiar las cosas serían el comienzo para ver cambios solidos, pero eso les toca a ustedes reflexionarlo, ¿qué país quieren dejar para sus hijos?

¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.

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