POR LEO ESPINOZA
Fomentemos la justicia.
Está claro que la sociedad confía poco o nada en la procuración de justicia en México, solo basta con ver los índices de delitos sin resolver, los casos de corrupción y lo engorroso de iniciar una denuncia en los órganos judiciales.
Sin embargo para la comunidad LGBTTTIQ+ la lucha jurídica es la punta de lanza para conquistar derechos negados históricamente, para muchas y muchos el año 2011 fue crucial en la nación, pues desde 1917 no había reformas constitucionales y los cambios de la actual carta magna son incuestionables, pues bajo el amparo del artículo primero que prohíbe todo tipo de discriminación las cosas en nuestro país no volverán a ser las mismas.
A la fecha en pocos años el reconocimiento de cambio de identidad y matrimonio igualitario cada vez acumulan más entidades que han reformado sus códigos civiles. Aun con estos logros, la discriminación sigue siendo un tópico pendiente que requiere la voluntad y participación de todas y todos.
Este lunes pudimos ser testigos de las palabras llenas de dolor e impotencia de Cinthia Berenice González al presentar una queja ante la CODHEM por discriminación recibida por un servidor público del municipio de Acolman.
Ella al acudir al inmueble del ayuntamiento recibió insultos por buscar solicitar su cambio de identidad, el tema no es menor, pero ya se normalizo la violencia y la discriminación, aun con un marco normativo que lo prohíbe en nuestro código penal de acuerdo al artículo 211 “Se impondrán de uno a tres años de prisión o de veinticinco a cien días de trabajo en favor de la comunidad y multa de cincuenta a doscientos días al que, por razón de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades, condición social, trabajo o profesión, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o alguna otra que atente contra la dignidad humana y tenga por efecto impedir, menoscabar o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos fundamentales en condiciones de equidad e igualdad de oportunidades y de trato a las personas:”
A sabiendas de que podrían desechar la denuncia por no encontrar elementos para tipificar el delito, los ojos están puestos en la CODHEM, que de reconocer el acto como discriminación serian el elemento probatorio para iniciar carpeta de investigación al servidor público.
¿Medidas exageradas?, puede ser, pero es la ley y no se puede pisotear, ya bastante sufrimiento y humillaciones ha recibido la comunidad diversa y es tiempo de hacer valer la justicia. Lo que no se dice, no existe y lo que no se denuncia, no se castiga, hasta que la dignidad se haga costumbre, es preciso no dejar pasar dichas situaciones.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.