POR LEO ESPINOZA
El miedo regresa a las calles
El lamentable caso de José Eduardo Ravelo Echeverría ocurrido el pasado 21 de julio cimbró al país, pues este joven buscaba un mejor futuro por lo que viajo a Mérida, Yucatán, el “güero” como le decían amigos y familiares fue detenido ilegalmente bajo el pretexto de parecer sospechoso según criterios de la policía.
No conformes los policías con la detención arbitraria esposaron, golpearon y brutalmente violaron a José, el joven murió en un hospital a causa de las contusiones, el güero originario de Veracruz tuvo oportunidad de hablar con su madre y poderle contar lo ocurrido.
Luego del eco en redes sociales y la indignación que género el acto, el gobernador Mauricio Vila informo que los presuntos responsables ya fueron capturados con la promesa de que se aplicará la ley hasta las últimas consecuencias.
No es la primera vez que suceden actos tan condenables, a lo largo y ancho del país la falta de capacitación por parte de policías y personal en reclusorios y órganos de impartición de justicia siguen replicando detenciones ilegales y abusos de todo tipo.
Hace unos meses en playa del Carmen una pareja gay fue agredida por policías en playa del Carmen, en Tulum hubo otra agresión por parte de policías por una pareja de homosexuales que se besaron
Es lamentable que quien tiene que cuidar a la ciudadanía sean quienes podrían agredirte, urge la necesidad de que los elementos policíacos sean personas capacitadas para el desempeño de su encargo.
Se debe trabajar sobre un diagnóstico sobre conductas de discriminación desde los exámenes de confianza que se les realiza regularmente al personal de seguridad pública de nuestro país y de las entidades.
Las famosas redadas y persecución a personas homosexuales y trans en México no es un tema nuevo, solo basta con recordar el baile de los 41 en la época del porfiriato, sin embargo se pensó que con el avance de reconocimiento de derechos en nuestro país el panorama actual cambiaría, pero no es así.
El Activismo diverso si que avanzó mucho en la última década, pero aún no tiene lo principal, que es uno de los derechos humanos fundamentales como el derecho a la vida y con ello la libertad, se debe hacer algo y pronto, las leyes si no se aplican son letra muerta.
Fortalecer al estado desde sus instituciones es un deber como mexicanos, México debe tener una policía cercana y humana que brinde seguridad a la ciudadanía, bajo ninguna circunstancia las personas deben salir con miedo a las calles, y si hoy en día hasta de la policía nos tenemos que cuidar.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.