- Bloque Morenista repele agandalle del GAP
- Los Puros y Los Ulloa se ponen al brinco
Los últimos días han sido muy tensos para el partido Morena del Estado de México. El intento de agandalle desató serios desencuentros y amenazas de ruptura al interior, el agarrón es entre el Grupo de Acción Política (GAP), Los Puros y los Ulloa.
Tan pronto se ventiló el ensayo del GAP para tratar de controlar a la futura bancada de Morena mediante un reglamento bautizado como “O te sumas o te vas”, las huestes contrarias se fueron a la yugular de Maurilio Hernández, identificado como el responsable del desaguisado por mandato de Higinio Martínez.
El jueves pasado, en una reunión con apenas 20 de los 31 diputados locales electos de Morena, Gerardo Ulloa y la representación de Los Puros se la cantaron directamente a Maurilio: “Si hay imposición del reglamento al menos 12 legisladores morenistas anunciarían su separación de la bancada”, sin renunciar al partido y menos a los principios de Andrés Manuel López Obrador.
Ayer en la Ciudad de México 10 de los legisladores electos que no comparten idea con el GAP sostuvieron un encuentro en la Ciudad de México. Entre los asistentes estuvieron Elba Aldana, Beatriz García, Elizabeth Millán, Max Correa, Gabriel Gutiérrez, Julieta Villalpando y en representación de Gerardo Ulloa, su hermano Emilio; también llegaron José Luis Gutiérrez Cureño y Luis Daniel Serrano.
Ahí emergió el acuerdo de lanzar una estrategia que haga contrapeso al GAP y mediante algunos documentos pretenden impulsar tres apartados específicos: primero, un diagnóstico del Congreso local; dos preparar una agenda legislativa; y hasta el último, el reglamento con posturas de todos los diputados.
En la propuesta de los “anti-GAP” se privilegia un esquema de austeridad, palabra que por cierto no está incluida en el reglamento de Maurilio Hernández. Los Puros y Los Ulloa tienen como punto de partida que la legislatura mexiquense es la segunda soberanía local más cara del país, al año le cuesta a los mexiquenses mil 400 millones de pesos.
Por lo tanto, los subversivos morenistas van por un ahorro de 600 millones de pesos en la legislatura, mediante misivas como desaparecer comisiones y comités bajo el principio de valoración de productividad, desaparecer el Programa de Apoyo a la Comunidad (PAC) que cuesta 185 millones de pesos al año, eliminar de telefonía y gasolina a los congresistas mexiquenses, entre otros puntos.
Los contras del GAP no quitan el dedo del renglón al señalar que el reglamento de Maurilio está fuera de foco y está totalmente apartado del principio de austeridad que anunció el próximo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Esto sin duda es una mala noticia para Higinio y sus muchachos, quienes en sus acostumbrados arrebatos y limitada perspectiva sólo se pusieron como meta controlar un grupo parlamentario y no todo el Congreso local. Los enanos ya crecieron y se van a poner al brinco.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa…
Por cierto, sería bueno aclarar que Morena no tendrá la mayoría en la Legislatura, si logra mantener a sus 31 diputados será la primera minoría, pero de eso a que tenga el timón en su poder es tema distinto. Una cosa es que la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) haya ganado 52 diputados, pero otra muy diferente que el bloque electoral se mantenga en la Cámara de Diputados del estado, peor tantito si en estos momentos el Partido del Trabajo ya le impugnó los plurinominales a Morena, eso es un reflejo que el amorío no es tan firme o requerirá de una nueva negociación con el líder petista, Oscar González Yáñez, quien en eso del oficio político se “chamaquea a los de Morena.
Higinio y Maurilio deben ser cautelosos con sus ocurrencias. Si en una de esas se le llegan a separar 10 o 12 diputados, Movimiento de Regeneración Nacional se quedaría con una bancada de 20 legisladores y entonces sería fácil echarle montón. Las cuentas alegres no dan para mucho.
