POR Leo ESPINOZA
Si se está al tanto de las notas rojas tanto locales como nacionales se puede percibir que se han desatado los crímenes de odio y la discriminación hacía la población LGBTTTI, hace una semana Jonathan Santos en el Estado de Jalisco y ahora se presenta el caso de Javier Eduardo conductor de UBER de 34 años originario de CDMX encontrado muerto y quemado esta semana y con una bandera del orgullo envolviendo su cuerpo en el Estado de Morelos.
La pandemia ha cambiado la manera en cómo se vive el día a día, un ejemplo lo vemos con la educación a través de los medios digitales en los que ahora se recibirá las clases desde casa.
El estado debe prever un aumento de discriminación a la diversidad sexual, y tiene la oportunidad de proveer educación sexual de calidad a niñas, niños y adolescentes con estas nuevas herramientas que se están implementando.
El dotar de información a temprana edad previene los estereotipos y estigmas sobre una persona o grupo social, es por ello que se debe reforzar la educación sexual de menores de edad, primero para evitar embarazos no deseados, transmisión de VIH y las ITS, segundo que aprendan a respetar lo diferente, es decir a las infancias trans o quienes tienen y viven una orientación sexual diferente a la heterosexual.
Por supuesto que habrá personas conservadoras que pondrán el grito en el cielo, pero está demostrado, cuando el sector salud o de educación lanza una campaña de información los resultados son visibles en la sociedad.
Cuando salgamos de esta crisis humanitaria debemos regresar más tolerantes, más respetuosos, más humanos no podemos justificar la deserción escolar, el abuso laboral, la muerte por amar o percibirse diferente. La historia nos ha demostrado que aunque se rectifique y se pida perdón cuando se comete un crimen de lesa humanidad nunca se recuperan esas vidas arrebatadas. La discriminación le cuesta a México tantas vidas como el COVID-19 y la única vacuna es la información.
México es el segundo país en Latinoamérica con el más alto índice en crímenes de odio solo por debajo de Brasil es tiempo de ponerle fin a estas estadísticas, ya demasiada muerte nos dejó este año la pandemia.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector, beso y abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político
