POR Leo ESPINOZA
Pareciera un título largo para envolver todo lo que está sucediendo con la agenda trans en estos últimos días pero resulta necesario, pues los tres tópicos son temas importantes sobre los cuales es obligada una reflexión.
Para las personas trans no es un secreto que son el grupo más vulnerado y discriminado de la diversidad sexual, situación que se repite en otros grupos sociales como las feministas pues hay un grupo en concreto denominado TERFS (Feminista Radical Trans-Excluyente) que por su genitalidad de mujeres trans las excluyen de luchar como féminas y en el caso de los hombres trans que cuentan con vagina y son cuerpos gestantes son degradados de las luchas por el aborto legal por citar un ejemplo.
Estas situaciones diarias, más el colonialismo que han vivido hombres y mujeres trans por parte de gays y lesbianas que hablaban y luchaban por ellas les han invisibilizado, por lo que se hace necesario que surjan nuevos liderazgos que hablen de las necesidades de su colectivo.
La comunidad trans al igual que la lésbico gay tienen iniciativas prioritarias, las principales el reconocimiento de las infancias trans que por primera vez se propuso en la CDMX el año pasado y que de acuerdo a un documental de Change.org en nuestro país podría haber un total de 183, 600 niños, niñas y adolescentes transgenero y transexuales, por lo que de aprobar dicha iniciativa evitaría el bullying en escuelas y el acoso en casa.
El acceder a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas por parte del Estado de manera segura y gratuita para que la identidad de género asumida corresponda con la apariencia física es una de las primeras necesidades del colectivo. Esto según lo desee la persona solicitante, pues no todas las personas trans quieren intervenirse y por ultimo prevenir y castigar los crímenes de odio por las tasas de homicidios con agravantes de transfobia en todo el país que nos coloca en segundo lugar en Latinoamérica.
Por supuesto que no son todas las luchas pendientes, falta ver el tema laboral, de salud y mil cosas más que se pueden trabajar, pero tendrán que ser ellas y ellos quienes deberán enarbolar su causa, falta que salgan, se manifiesten que tengan su propia voz y que no permitan nunca más se les excluya.
En el país el tema trans ya rebaso lo público, hoy contamos con gente en medios de comunicación visible y empoderada, en el mundo del deporte y la política se empieza a ganar espacios, y en tema de reconocimiento de derechos son 9 estados los que reconocen la identidad de género diversa.
¿Qué falta mucho? Por supuesto, pero no olvidemos que el movimiento LGBTTTI cuando detono a nivel mundial fue por dos mujeres trans en Stonewall en Nueva York, hablamos de Marsha P. Johnson y Silvia Rivera, sin su lucha el movimiento sería muy diferente y hoy requerimos esa fuerza y esa convicción de que puede haber un mundo más igualitario e incluyente respetuoso de quien ama y se asume diferente.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político
