POR Yuritizi BECERRIL-TINOCO
El siguiente es un fragmento del artículo de mi autoría “Cartografías políticas. Acciones colectivas y prácticas de lo común”, que ha sido publicado en el libro “Imagen y prácticas culturales” editado en 2020 por la Universidad Autónoma del Estado de México y la Facultad de Artes.
Hannah Arendt describe en el prólogo a la tercera parte de su obra Los orígenes del totalitarismo el contexto político en el que fue concluido su libro: Más de cuatro años después de la derrota de la Alemania de Hitler, menos de cuatro años antes de la muerte de Stalin. Arendt relata “…Retrospectivamente, los años que pasé escribiéndolo, a partir de 1945, se me aparecen como el primer periodo de relativa calma tras décadas de desorden, confusión y horror –las revoluciones tras la primera guerra mundial, la ascensión de los movimientos totalitarios, y el debilitamiento del Gobierno parlamentario, seguidos por toda clase de nuevas tiranías, fascistas, semifascistas, dictaduras de partido único y militares; y finalmente, el aparentemente firme establecimiento de gobiernos totalitarios que descansaban en el apoyo de las masas-…”
Ante este clima de ruptura social, en Los orígenes del totalitarismo Arendt se propone articular y elaborar preguntas que marcaron la vida de toda una generación ¿Qué ha sucedido?, ¿Por qué sucedió?, ¿Cómo ha podido suceder? Y se propone responderlas estudiando tres categorías desde el punto de vista del análisis histórico y político: el antisemitismo, el imperialismo y el totalitarismo. Posturas políticas cuyos efectos van más allá del racismo antijudío, la conquista y la dictadura, como expone Arendt “uno tras otro, uno más brutalmente que otro han demostrado que la dignidad humana precisa de una nueva salvaguarda que solo puede ser hallada en un nuevo principio político, una nueva ley en la Tierra, cuya validez debe alcanzar esta vez a toda la humanidad y cuyo poder deberá estar estrictamente limitado, enraizado y controlado por entidades territoriales nuevamente definidas”.
La realidad política, social y ambiental que experimentamos en este siglo no es menos compleja que la de la segunda mitad del siglo XX: éxodos, escases alimentaria en algunas regiones y sobreproducción en otras, guerras, deterioro ambiental y desaparición acelerada de especies, contaminación de los mares, extractivismo en todas sus acepciones incluida la de sujetos, nos obligan a repensar políticamente alternativas que nos permitan resistir, proponer o accionar formas de afrontar esta ruptura.
Me parece que estamos en un momento urgente en el que las preguntas planteadas por Hannah Arendt en 1951 deben estar presentes en nuestra vida cotidiana como una base que nos permita cuestionar la forma de habitar este planeta y de relacionarnos en el: ¿Qué ha sucedido?, ¿Por qué sucedió?, ¿Cómo ha podido suceder?.
El libro se puede consultar en el repositorio institucional de la UAEMéx en la siguiente liga http://ri.uaemex.mx/handle/20.500.11799/109588