Por: Edgar Romero
El día de ayer a la edad de 66 años murió victima de COVID el Magistrado en retiro Dr. Miguel Ángel Aguilar López, quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo y tomar clase con él sabemos que es una perdida irreparable para el derecho penal mexicano.
El Doctor nació un 12 de agosto de 1954 en San Pedro Tlaltizapan, Municipio de Tianguistenco Estado de México el mismo municipio donde nació el Profesor Carlos Hank González y Salvador Sánchez, estudio la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de México, maestría y especialidad en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, un Master internacional en Derecho Penal, Constitución y Derechos por la Universidad de Barcelona, España. Curso diversas especialidades y diplomados, su hoja de vida es muy extensa, siempre estudiando, siempre pensando y siempre enseñando.
Se desempeño como abogado litigante por diecisiete años, también fue Agente del Ministerio Publico Federal, Juez de Distrito y Magistrado de Circuito, probablemente esto explique la forma especial en que veía y aplicaba el derecho penal, conocía la materia desde la perspectiva del abogado que reclama y demanda justicia, la forma en que piensan y se desempeñan los litigantes, pero también desde la perspectiva del fiscal que investiga y persigue los delitos, sabia perfectamente que la función investigadora no es tarea fácil y que en muchas ocasiones existen situaciones fácticas que hacen que el ministerio publico pierda la brújula y se interese solo por la estadística, como Juzgador su trayectoria fue impecable, en todas sus resoluciones se demuestra un amplio conocimiento de la condición humana y su estrecha vinculación con el derecho penal, porque por supuesto que el delito es una obra humana.
El Dr. fue un profundo estudioso y conocedor de la Constitución, sabia la importancia del juicio de amparo como medio de control constitucional y como remedio efectivo para evitar y controlar los abusos y arbitrariedades de la autoridad, porque el juicio de amparo se hizo pensando en los ciudadanos y la protección de sus bienes mas valiosos como la vida y por supuesto la libertad.
Nadie como el Dr. Para explicar y aprender teoría del delito, sin duda alguna la piedra angular sobre la que descansa el derecho penal mexicano, sabia y conocía la importancia de la dogmática jurídica penal, prueba de ello son sus mas de cincuenta ensayos, y por lo menos una docena de libros publicados , conjugaba perfectamente la teoría con la practica y la aplicación del derecho, fue ponente en infinidad de asuntos y redactor de diferentes tesis de jurisprudencia.
Si algo caracterizaba a nuestro amigo Miguel Ángel era esa extraordinaria capacidad para la argumentación jurídica, la forma en como estructuraba el pensamiento y desdoblaba las ideas, y sobre todo la claridad del discurso
Fue miembro de numero de la Academia Mexicana de Ciencias Penales a la que solamente pertenecen juristas destacados pues es la Academia donde se dan cita los científicos mas preclaros de las Ciencias Penales y sin duda alguna el era uno de ellos.
Poder compartir la charla jurídica con él y abrevar de su extenso y profundo conocimiento fue una experiencia inigualable, por supuesto que hacen falta mas juzgadores como él. Con la partida del Dr. Podemos reflexionar en que breve y efímera es la vida, el derecho penal mexicano esta de luto, hemos perdido a un gran penalista sin embargo su obra perdurara para siempre.