viernes, noviembre 22, 2024
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VISUALIDAD EXPANDIDA- Yuritzi BECERRIL-TINOCO

VISUALIDAD EXPANDIDA

Autora: Yuritzi BECERRIL-TINOCO

Arte. Los perritos de cristal de Jeff Koons

Damien Hisrst posa incólume delante de su Zebra en la increíble noche de 2008.  En esta velada sin precedentes, Hirst ha ganado 111 millones de libras esterlinas, Sotheby’s ha subastado toda la exposición. La primera vez para un autor único. Su mirada, sin embargo no parece la de un hombre que se acaba de hacer rico, más bien, es la de un empresario exitoso, egresado de una de las escuelas mejor calificadas en el Reino Unido. Nada que no esperase cualquier británico formado en los altos estándares de la excelencia, los negocios y el éxito, a quien el talento tampoco ha sido negado. Hirst, al parecer, es un hombre talentoso. También es un artista y un hombre de negocios. La formación del talento, la grandeza y la reputación son valores altamente exaltados en la cultura occidental, asociados a la perfección y al éxito. El mercado del arte puede extraer grandes ganancias con la puesta en valor de estas cualidades. La traducción del valor simbólico en capital está sujeto a la especulación financiera, esa actividad embriagante que moviliza la materia volátil del mundo.

 

La mirada de Jeff Koons, en cambio, es más simple. Podría decirse que posee la inocencia y la pureza de la mirada infantil, es justo el gesto que se observa mientras abraza uno de sus puppets el que delata la sencillez de su mirada. Deja ver la sensibilidad que en el imaginario poseen los artistas. Koons es un artista. Sin embargo hay un detalle, el adjetivo más adecuado para un corredor de bolsa de Wall Street no es el de un sujeto ingenuo y quizá tampoco simple, más bien dicho, habría que pensar en la mirada calculadora y perversa de los hombres de negocios. Koons es un hombre de negocios. No hace falta sin embargo entretenerse en conjeturas estériles si el mercado del arte está rebosante, brilla con los colores pop de las esculturas gigantes de Koons. El mundo es bello y el capital está para comprarlo. Koons ha empleado en su taller a unos treinta ayudantes y creativos, su obra única y espectacular no dejará de embellecer los mejores espacios del lujo y el capital, museos incluidos. Ha confeccionado perritos de globo cristal en varios colores: amarillo, azul, magenta, rojo y naranja. Ningún magnate que se precie de buen gusto se quedará sin un ejemplar. FrancoisPinault y Eli Bread levantan las copas y respiran satisfechos el Aire de Paris que impregna el ambiente de las casas de subasta, el éter del arte. En el 20 Rockefeller Plaza de New York, la casa Christie’s ha vendido el perro naranja de Koons en US $58.405.00, con lo cual la escultura acumula el record mundial de la obra de arte más cara vendida por un artista vivo.

El mundo es bello y el capital está para comprarlo, se trata de la obra de Arte en la era del capital.

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