Durante los años ochenta transmitió mensajes de amor, informativos, políticos y financieros, desde el Estado de México a otras entidades federativas de la República y hasta Estados Unidos.
Por Alelhi Rodríguez
Durante los años ochenta, Isabel Jiménez transmitió mensajes de amor, informativos, políticos y financieros, desde el Estado de México a otras entidades de la República, e incluso hasta Estados Unidos, a través del ‘Código Morse’.
El código o alfabeto Morse es un sistema telegráfico de señales en el que a cada letra, número o signo de puntuación le corresponde una combinación de rayas, puntos y espacios.
En esos años, Isabel vivía cerca de una de las oficinas telegráficas de la capital mexiquense, y el sonido de este alfabeto llamó su atención, así fue como lo aprendió. “Me presenté con el jefe de la oficina a preguntar, ahí fue donde él me explicó que por este medio se transmitían en aquel entonces los telegramas y los giros telegráficos”.
Durante un lustro, esta mujer originaria de Sinaloa y residente de la capital, envió y tradujo recados con su telégrafo, el que todavía conserva. “Mi equipo iba conectado a una línea telegráfica, transmitíamos y del otro lado de la línea ya recibía la persona el mensaje que nosotros les mandábamos”.
Práctica y buen sentido auditivo debían tener quienes se dedicaban a este oficio, platica Isabel, una de las últimas tres trabajadoras que dominan el alfabeto Morse en Toluca, quien sigue trabajando en estas oficinas, ahora llamadas Telecom.
“Se requiere de mucho oído, sobre todo, porque como son sonidos, son puntos y rayas, muchas veces se transmiten tan rápido que no se alcanza a distinguir cuál es el punto y cuál es la raya, sin embargo con la práctica definitivamente es muy fácil de distinguirlas”.
Infinidad de mensajes se transmitieron por telégrafo, algunos de relevancia en la historia nacional, como el que emitió Ignacio Zaragoza durante la Batalla de Puebla, “las armas nacionales se han cubierto de gloria”; así como en la Expropiación Petrolera, los Juegos Olímpicos del 68 o las copas del mundo del 70 y del 86, que se desarrollaron en México.
“En un Día de las Madres, Navidad, los volúmenes eran impresionantes entonces, nos teníamos que quedar tiempo extra hasta que termináramos todo el servicio. Cuando yo empecé, creo que costaba tres pesos, no recuerdo exactamente, porque son por palabras; dependiendo el número de palabras que se envían es el importe que se cobraba”.
El telégrafo fue una de las invenciones más importantes para la comunicación, los mensajes que demoraban días o meses en entregarse a los destinatarios fueron inmediatos gracias a este en los siglos XIX y XX.