* El club brasileño Chapecoense recibió un sentido homenaje en el estadio Atanasio Girardot, a la misma hora en que disputaría la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, duelo frustrado por el accidente aéreo que se cobró la vida de prácticamente todo el equipo.
Con lágrimas, aplausos, cantos y sinfonías, miles de colombianos rindieron homenaje póstumo a las víctimas del vuelo de Lamia CP 2933, que cayó sobre un cerro del noroccidente de Colombia.
El homenaje a los jugadores del equipo de futbol brasileño Chapecoense, a sus dirigentes, cuerpo técnico, al grupo de periodistas que acompañó al equipo y a la tripulación de vuelo, se hizo en el estadio Atanasio Girardot, en la ciudad de Medellín.
El equipo brasileño debía enfrentarse al colombiano Atlético Nacional por el título de la Copa Suramericana. Las graderías del estadio Atanasio Girardot, con capacidad para 45 mil aficionados, estuvieron llenas, y en los alrededores de la unidad deportiva otras 120 mil personas participaron de este tributo.
Los asistentes acudieron vestidos con camisetas blancas, flores, y mensajes solidarios para las familias de las víctimas, originarias de Brasil, Bolivia, Venezuela y Paraguay.
«Chapecoense… equipo inmortal.. Campeón para siempre… Viva Chape.. El futbol no tiene frontera… Hoy los corazones están con Chapecoense… Siempre serán recordados como guerreros», fueron algunas de las frases de la afición, que expresó de esta forma sus sentimientos.
En el acto participaron las autoridades del departamento de Antioquia, de Medellín, dirigentes deportivos de Colombia, delegados de la Confederación Suramericana de Futbol y una representación de Brasil, encabezada por el canciller José Serra.
«Muchas gracias de corazón por estas expresiones de solidaridad, que se convierten en una luz para el consuelo, una luz en la oscuridad para tratar de comprender lo incomprensible», dijo el canciller.
Serra agradeció el gesto del Atlético Nacional, que propuso otorgar el título de la Copa Suramericana al equipo brasileño, que perdió a 19 de sus 22 jugadores titulares que viajaban en el vuelo CP 2933.
«Es un gesto que honra el deporte mundial y a una ciudad como Medellín, que hoy tiene los colores blanco y verde, que son los colores de Atlético Nacional y el Chapecoense, como los colores de la esperanza y la paz», dijo.
El ministro de Relaciones Exteriores aseguró que nunca en su vida había sentido una «emoción semejante», como la que estaba sintiendo en el estadio.
En la ceremonia, que duró 80 minutos, expresaron sus mensajes de solidaridad el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien destacó el espíritu solidario de los habitantes de su ciudad y de Colombia en general.
«Duele el alma y el corazón está arrugado», fueron las palabras del alcalde de Medellín, quien hizo un llamado para que en los estadios reine la convivencia y no la violencia.
En el homenaje se leyeron mensajes del Papa Francisco y de los dirigentes de la CONMEBOL, mientras sobrevolaban por el estadio los helicópteros de la Fuerza Aérea Colombia (FAC) que ayudaron al rescate de los seis sobrevivientes y la recuperación de los cadáveres.
Para cerrar el acto organizado por el Atlético Nacional, se leyeron uno a uno los nombres de las víctimas y de los sobrevivientes, con ovaciones cerradas, mientras los miembros de la pequeña delegación de Brasil miraban a las tribunas, se abrazaban y lloraban.
