- * El programa de televisión se mantiene a la vanguardia en acción social y servicio al público, asegura el comunicador.
México.- Cuando nació el proyecto, los expertos en radio y televisión auguraron seis meses de vigencia o hasta dos años si se le ponía mucho empeño, ahora «A quien corresponda» (AQC) cumple 25 años de acción social y servicio al público. «Y vamos por más, todavía no me canso», expresó Jorge Garralda, fundador y titular del programa que se transmite de lunes a viernes a las 13:00 horas por el canal 7 de Azteca.
«No ha sido fácil llegar a este periodo de vida, sobre todo porque cuando existen eventos importantes como la Copa de Futbol o la Champions League, los partidos deben transmitirse justo en el horario de AQC. O cuando es 1 de mayo, la televisora prefiere programar películas también en ese espacio.
«Pero la gente sabe que pese a todo, nosotros no les fallamos, las casetas afuera de las instalaciones de Azteca siguen abiertas, como también las líneas telefónicas».
A lo largo de un cuarto de siglo, Garralda y su equipo de trabajo han resuelto 85 por ciento de los casos a favor del público, y no todos «porque sinceramente, algunos no deberían solucionarse o de plano, ya caducaron», dijo a Notimex en entrevista.
Como cuando alguna vez le solicitaron apoyo para quedarse con la casa que estaban rentando y significaba una injusticia.
«En otra ocasión llegaron pidiendo ayuda para que no los desalojaran de su casa. Pero al ir con los abogados, nos informaron que los afectados dejaron correr el caso hasta que llegó a instancias dramáticas. Y si nosotros nos hubiéramos metido antes, quizá no hubiera pasado, pero no actuaron antes».
La negligencia médica es otro de los puntos complicados de resolver, básicamente, subraya Garralda, «por errores de las autoridades o por no saber comunicarle a la gente.
«Cuando el caso se lleva a juicio con los expertos de la Conamed (Comisión Nacional de Arbitraje Médico), los médicos dicen que el paciente estaba invadido de cáncer y era insalvable.
«Pero el error se pudo evitar de haber sabido comunicarlo al paciente, ya que normalmente emplean la terminología médica y no hablan en español, es decir, de una manera que el otro entienda, por eso los acusan de negligencia».
Las historias que se presentan en el programa son reales, aunque a 25 años de existencia, admite, aún haya quien todavía las ponga en duda.
«Es un tema del que ya me aburre hablar y por eso a veces contesto con el humor negro que me caracteriza que los casos no son reales, que tengo una caseta donde amputo piernas y después salen para pedirme una», bromeó.
«México tiene tantas tragedias que no te puedes dar el lujo de inventar historias. A las casetas nos han llegado prótesis de piernas de gente que tuvo la oportunidad de comprar una mejor, o de quienes ya murieron y nos las donan».
En alguna ocasión, les tocó entregar una silla de ruedas a una mujer que estaba a punto de suicidarse porque estaba encerrada en un cuarto y con esta donación se sintió libre.
Aunque en la vida cotidiana Jorge Garralda se caracteriza por ser un hombre bromista, en el trabajo suele ser demasiado estricto y cumple cuando, por ejemplo, se compromete a conseguir una válvula para un niño que tiene hidrocefalia y lo van a operar.
En el comunicador no aplica aquella frase de «el jefe dio la orden y esperó a que se cumpliera», porque, de acuerdo con la gente que trabaja con él, le aplica mejor la de «el líder da la orden y se suma al equipo para cumplirla».
Garralda está operado de la columna vertebral y aún en esas condiciones carga las sillas de ruedas o los juguetes que están próximos a entregarse para la edición 21 del Juguetón.
Hace 25 años no existían las redes sociales, ahora «A quien corresponda» se comunica también a través del Twitter, Instagram, Facebook, Skype y otras plataformas que él ha tenido que aprender a dominar y hoy en día el programa se encuentra a la vanguardia también con el uso de drones de última generación.
Si por Garralda fuera, se mantendría otra temporada más en AQC, pero todo depende de Benjamín Salinas Sada, el nuevo director general de Azteca y quien ha mostrado interés en la labor social.
«Yo me quedo hasta que el cuerpo aguante porque es pecado tener las herramientas, saber ocuparlas y no construir lo que tienes que hacer. Yo tengo el espacio televisivo, sé cómo usarlo y me gusta ser creativo, no hacerlo sería lamentable».
Sin embargo, hace 22 años cansado de tanto trabajo, pues cumplía con varios compromisos de radio y televisión a la vez, le dijo a su esposa que estaba «desquiciado por las autoridades porque no ayudan, nomás friegan».
«Le dije que renunciaría, pero ella muy sabia me respondió: ‘Yo te apoyaré siempre Garralda, nada más no te frustres si en el caminar de los días alguien se acerca, te pide ayuda y ya no tienes la herramienta para hacerlo. Así que dejé el radio, donde hice muchas voces, los documentales, comerciales y me quedé aquí».
Hoy está seguro de mantener esta filosofía y seguir adelante. La gente lo ve como un ángel, pero prefiere que lo vean como alguien que ayudó a solucionar las cosas, sólo eso. «Nosotros les dimos el empujón, el resto del esfuerzo les corresponde a ellos. Y, ¿sabe qué?, no se deje», concluyó.