Por Alelhi Rodríguez
A las 7:00 horas de este 30 de agosto, Abril Bazán llegó a su nueva escuela, la secundaria 5 ‘Camerino Lara Castillo’, en el municipio de Toluca.
De vestimenta civil, con accesorios distintos a los de hace dos años que inició su ciclo escolar, como careta y cubrebocas, la alumna de nuevo ingreso se presentó en esta institución.
Nervios y alegría, dice, fueron parte de las emociones durante su primer día de clases, después de más de 18 meses de mantener un plan de estudios en línea.
Aunque, asevera, ella convenció a sus padres para poder regresar a las aulas, ya que le ilusionaba conocer a sus compañeros y a su plantel, al tratarse de algo nuevo.
“La verdad estaba nerviosa, tuve que preparar todo de último momento y, pues, como toda niña, me costó trabajo dormir”, comentó.
Apenas tomó sus primeras clases y comenzó a socializar; lo que tanto extrañó, hoy es una realidad.
“De la escuela, extrañaba a mis maestros y la parte del receso para compartir”, expresó.
Pasadas las 10 de la mañana, salió a un receso al patio de la escuela con dos de sus compañeras, con las que de inmediato creó un vínculo amistoso.
Compartir el refrigerio, ver nuevos rostros, dialogar, aprender desde un salón de clases es un escenario distinto, asegura Abril, ante la COVID-19.
Como ella, una matrícula de 4.5 millones de alumnos en la entidad iniciaron clases este lunes, con un sistema híbrido y escalonado, preventivo hacia los contagios de esta enfermedad.
