POR Guadalupe DE LA CRUZ
Los recursos que cada familia de clase media percibe actualmente son poco o por lo menos suficientes para vivir, ya que la pandemia por COVID-19 ha dejado a muchos mexiquenses sin empleo, sin dinero y sin comida.
Diariamente una familia gasta alrededor de 200 pesos para alimentar a los suyos, es decir, en el desayuno, comida y merienda, pero si a eso le agregan gastos extras como la compra de cubrebocas, gel antibacterial y tapetes sanitizadores, sus recursos se ven aún más limitados.
Al inicio de la pandemia dichos insumos estaban escasos o se conseguían por arriba de su precio normal, por ejemplo un paquete de 4 cubrebocas que antes de la contingencia sanitaria en la farmacia se conseguía hasta en 20 pesos, ahora uno solo y además «lavable» esta en este precio.
En los diferentes comercios de ropa o zapatos, también se ofrecen cubrebocas lisos, estampados o reforzados, KN-95 y N-95, mismos que tienen precio de entre 15, 20 y 50 pesos, según la preferencia.
De igual forma se ofrecen gorras con caretas de 90 y 80 pesos, de adulto y niño respectivamente; así mismo un litro de gel antibacterial tiene un precio de alrededor de 70 pesos y un tapete sanitizante, hasta en 800 pesos.
Dichos precios para muchas personas está fuera de su presupuesto, ya que lo más importante es dar de comer a su familia que adquirir de manera constate insumos o cambiar diario un cubrebocas.
Cabe mencionar que en fechas recientes el presidente de CONCAEM, Gilberto Sauza, dijo que las autoridades municipales de Toluca estaban sobre pasando su autoridad para exigir el uso de cubrebocas y sancionar a quien no respetaba dicha disposición con multa o arresto según sea el caso.
Aún cuando calificó la medida como drástica, también comentó que la ciudadanía ha demostrado desacato y si es la única forma de resolver y evitar más contagios del coronavirus, pues habrá que respetar la medida.