El 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón.
Por Alelhi Rodríguez
David Gaspar Díaz, de 61 años, atribuye que fue un milagro por el que sobrevivió, hace dos meses, luego que su corazón dejara de latir durante dos minutos.
“El hecho de que yo esté aquí para mí es ganancia, hoy lo tomo como que Dios me dio una segunda oportunidad de vida; ya no hay miedo a la muerte, ya no hay miedo a otras cosas», comentó.
Después de un infarto, el residente del municipio de Xonacatlán cuenta que un dolor de pecho alertaba su salud, el que dejó pasar hasta sufrir un paro cardíaco.
“Me la pase más de un año con dolor, no me daba seguido pero me daba cada vez más y más fuerte, hasta que me dio el bueno”.
Jesús Erick Cruz Martínez, Director Médico Adjunto del Centro Médico ‘Adolfo López Mateos’ del municipio de Toluca, detalló que este es uno de los principales síntomas de atención a un infarto.
«El cuadro característico clásico, que se llama Signo de Levine: se llevan la mano al pecho por cuestiones de que sienten opresión en el pecho y esta se puede ir al cuello, hombro, brazo, espalda y asociarse a falta de aire, náusea, sudoración, ganas de orinar, evacuar», explicó.
Para prevenir un padecimiento como este, los especialistas recomiendan mantener una buena alimentación, hacer ejercicio y evitar excesos. “Consideramos que el tema de la seguridad de un paciente comienza desde él mismo, donde precisamente haciendo ejercicio como lo marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 30 minutos, evitar fumar, el consumo de alcohol es de leve a moderado, saber cuáles son tus niveles de grasas, niveles de presión arterial, azúcar», detalló Cruz Martínez.
«Es un tema de recapacitar y decir, ¿estoy teniendo un estilo de vida saludable?; es sensibilizar a las personas», dijo.
De acuerdo con el sector salud en la entidad, el grupo etario que padece de infartos es el de 40 a 75 años, en su mayoría hombres. En el mundo hay más de 250 millones de personas con una enfermedad cardiovascular, como primera causa de muerte en el planeta.
La Federación Mundial del Corazón, con el apoyo de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó, en el 2000, el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón.