POR Alelhi RODRÍGUEZ
Es el sector médico con especialidad en odontología y otras afines a la salud bucal quienes también se han visto afectados, desde que inició la emergencia sanitaria por COVID-19.
De acuerdo con cifras internacionales, México es un país con poca cultura para asistir de manera periódica a un dentista, la población lo hace regularmente cuando padece de alguna molestia en la zona bucal.
Diana Pamela Velázquez Rodríguez, dentista en el municipio de Toluca, comentó que la situación para su profesión durante el año pasado se tornó aún más difícil debido a la poca numeraria de pacientes que atendió en el 2020.
“Inició la pandemia, no se conocía al virus, a pesar de ser esenciales yo decidí no laborar y atender a mis pacientes a distancia, es decir, si podía a algunos recetar algún medicamento que aminorara sus malestares y que cuando la situación de pandemia mejorara, ya agendar las consultas, pero sinceramente fueron muy pocos los que se acercaban o me llamaron”, agregó.
Apenas llegó la reactivación económica en la entidad mexiquense, ella decidió lanzar una campaña de publicidad para su consultorio, la cual no fue la esperada, asegura que pocos fueron los que se animaron a acudir con ella a una cita, “por miedo al virus entiendo que no se atendieran, pero algunos si me atrevo a decir que lo hicieron por dejadez, porque este sector cuenta con todas las medidas sanitarias”.
La doctora asegura este gremio también se enfrenta en la primera línea del COVID-19, “nosotros atendemos la salud bucal del paciente, estamos hablando que debemos tener medidas exclusivas para atender a una persona, trajes, lentes, careta, cascos, dos a tres capas de guantes, porque al atender esta área del cuerpo, estamos en contacto con los fluidos que expulsan y eso vulnera nuestra salud, porque ahí es donde se encuentra el virus”, añadió.
También agregó para 8 Columnas que antes de la pandemia, la población lamentablemente no procuraba su salud bucal, “eran contadas las personas que venían por una revisión, como se recomienda, de 3 a 6 meses, como odontólogo puedo notar que les es ajeno a mantener una boca sana o prevenirse, escudando a que un dentista es caro, pero como no se atienden, cuando ya vienen con alguna molestia, se sorprenden porque les sale todavía más costoso”.
Concluyó con un llamado al gobierno federal para voltear a este sector médico y solicitar su respectiva vacuna, porque también dan batalla al coronavirus para no contraerlo.