Hay muchas personas que piden ayuda profesional a tiempo y otras que simplemente deciden seguir en depresión.
Por Guadalupe de la Cruz
Los estragos que ha dejado la pandemia de Covid-19, además de la pérdida de empleo y falta de dinero, ha sido una salud mental sumamente afectada, provocando en la población severos estados de ánimo depresivos.
Especialistas en salud mental han advertido que además de la cascada irremediable del incremento de enfermedades crónico degenerativas, las que afectan la mente de la ciudadanía también estarán rebasadas, ya que las consecuencias por no ser atendidas a tiempo están afectando a hombres y mujeres por igual.
La psicóloga Cristina Jiménez Quijas comentó que muchas personas han tenido que recurrir a especialistas para poder sobrellevar la depresión que sienten, derivado de la pandemia, precisando que muchas de las personas acuden porque, dicen, no pueden vivir con el dolor que les ha dejado la pérdida de un familiar o el no contar con un empleo fijo para mantener a su familia.
“Y es que la mayoría ha perdido a sus seres queridos de un día para otro, y lo que es peor, no se pudieron despedir, no realizaron velorios, lo que los llena de culpas y emociones que no saben cómo manejar o expresar; de igual forma, quienes se quedaron sin empleo se sienten fracasados por no tener cómo llevar el sustento a su hogar”, indicó.
En estos momentos, dijo, las consultas han bajado de manera significativa pero siguen solicitando apoyo de especialistas; nos encontramos casos donde el papá se quedó solo, se le fue la esposa, el hijo, la madre, un hermano u otro pariente -y viceversa-, y el que busque ayuda es una muy buena decisión, debido a que la idea de suicidarse pasa por la mente de muchos y son pocos los que se atienden.
Finalmente, Jiménez Quijas refirió que la pandemia aún no ha terminado y el que todo vuelva a la normalidad se ve cada vez más lejos, sin embargo, invitó a la población a buscar ayuda para poder adaptarse a la nueva normalidad, “no es fácil pero tampoco imposible, lo que hacemos es apoyar a la gente que necesita de nuestros servicios y, de ser necesario, los canalizamos tal vez a una atención más especializada, como un psiquiatra.
“La situación que vivimos no es para menos que haya afectado nuestro estado económico, social y emocional, arrastrando a la población a canalizar todo ese miedo, frustración y soledad en depresión, que lo único que genera en el ser humano son ganas de ya no vivir, y son pensamientos que tenemos que alejar de nuestra mente y para lograrlo tenemos que pedir ayuda profesional”, concluyó.