Por Alelhi Rodríguez
Durante años, el mercado chino fue la principal amenaza para los productores mexiquenses de banderas; la pandemia y sus estragos consumieron el taller de Rafael Cosme Padilla, quien este 2021 ya no tuvo fabricación de este símbolo patrio.
“Ya no tengo costureras este año, solo estoy sacando lo guardado, porque me fue muy mal en el 2020”, aseguró.
Detalló que solo su padre, Audiel Cosme, el fundador de esta labor artesanal en la familia, es quien este 2021 pudo sacar un poco de producción.
“Para nosotros, el año pasado fue el más pésimo, estuvo muy escaso. Todo lo que se quedó lo estamos vendiendo y poco fue lo que sacamos”, comentó.
La economía dio un giro total en sus negocios, tanto que el año pasado tuvieron que trabajar con material rezagado.
En la comunidad de San Pedro Totoltepec, en el municipio de Toluca, al menos un centenar de familias dependían de este trabajo artesanal; con el paso de la pandemia, el número de empleados por taller ha tenido que disminuir.
Azucena es una de las trabajadoras que quedan en el taller de los Cosme; asegura que hasta 2 mil banderas hacía al día para la temporada de septiembre, ahora no produjo ni mil.
“Ahorita no hay mucho trabajo, y también a nosotros como trabajadores nos ha afectado mucho. Baja la producción, bajan los días, o sea, baja todo, el sueldo también ya no es el mismo”, admitió.
El poblado, de casi treinta mil habitantes, destaca por la creación de uno de los símbolos patrios de México desde hace varias décadas.