* El Papa Francisco denuncia «insensata y deshumana barbarie» contra los yazidis.
Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco defendió a la comunidad yazidi, una minoría religiosa esparcida por Medio Oriente, y denunció que sus miembros son víctimas inocentes de una «insensata y deshumana barbarie», sobre todo aquellos que viven en Irak y Siria.
«¡Es inaceptable que seres humanos sean perseguidos y asesinados con motivo de su pertenencia religiosa! Cada persona tiene el derecho a profesar libremente y sin constricciones en propio credo», indicó el pontífice al recibir en el Vaticano a un grupo de yazidis residentes en Alemania.
Lamentó que la historia de ese grupo religioso ha sido marcada por «indecibles violaciones de los derechos fundamentales de la persona humana», entre los cuales se cuentan secuestros, esclavitud, torturas, conversiones forzadas y asesinatos.
Constató que en muchas partes del mundo existen aún minorías religiosas y étnicas, entre ellas los cristianos, perseguidos a causa de su fe, y por eso el Vaticano «no se cansa de intervenir para denunciar estas situaciones», pidiendo reconocimiento, protección y respeto.
«Ante la tragedia que se está perpetrando contra su comunidad, se comprende que del corazón del hombre se pueden desencadenar las fuerzas más oscuras, capaces de alcanzar a planificar el exterminio del hermano, a considerarlo un enemigo, un adversario, o incluso un individuo privado de la misma dignidad humana», siguió. Por eso, hablando en italiano en una salita del complejo Aula Pablo VI del Vaticano, Jorge Mario Bergoglio alzó su voz para sostener el derecho de los yazidi a existir y advertir que ninguno puede atribuirse el poder de cancelar un grupo religioso, porque no es parte de los llamados «tolerados».
Instó a la comunidad internacional a no permanecer como una espectadora muda e inerte ante ese drama, pidió que se haga todo lo posible para salvar a los integrantes de esa comunidad en manos a los terroristas, además de localizar a los desaparecidos y dar identidad, y digna sepultura, a los asesinados.
«No se abandonen concretos esfuerzos para crear las condiciones idóneas al retorno de los refugiados en sus casas y preservar la identidad de las comunidades yazidi», ponderó.
