Redacción
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos, Canadá y China han escalado luego de que el presidente Donald Trump impusiera nuevos aranceles a partir del 4 de febrero de 2025. Las reacciones de Ottawa y Beijing no se hicieron esperar, tomando medidas en respuesta a las tarifas impuestas por Washington.
Canadá refuerza su seguridad fronteriza
Horas después de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo una llamada con Donald Trump y logró un acuerdo para evitar la imposición de aranceles, Canadá siguió la misma ruta. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció nuevas medidas para frenar el tráfico de fentanilo. Como parte del acuerdo, Canadá incluirá a los cárteles en la lista de terroristas, garantizará vigilancia permanente en la frontera y lanzará una fuerza de ataque conjunta con EE.UU. para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero.
Además, Trudeau anunció una inversión de CAD mil 300 millones en la frontera, incluyendo nuevos helicópteros, tecnología y personal, junto con el despliegue de casi 10 mil elementos en su frontera con EE.UU.
En cuanto a la petición de Washington de designar a los cárteles como grupos terroristas, Canadá ha adoptado una postura firme pero sin especificar cuáles serán los grupos considerados. Se estima que podrían incluir organizaciones con operación en México y otras regiones de América Latina.
China lleva la disputa a la OMC
China, por su parte, reaccionó con una combinación de diplomacia y acción legal ante los aranceles del 10% impuestos por EE.UU. El Ministerio de Comercio chino manifestó su «gran insatisfacción» con la medida y anunció que tomará «medidas correspondientes» para proteger sus «derechos e intereses». Desde Beijing se criticó la política de Trump, argumentando que estas tarifas son «innecesarias para resolver los problemas de EE.UU.» y que afectan negativamente la cooperación económica y comercial global.
En una acción concreta, China presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acusando a Washington de violar las reglas internacionales con la «imposición unilateral de aranceles». Además, impuso sus propios aranceles en respuesta, aunque hasta el momento no se han detallado los productos afectados ni el porcentaje exacto de las tarifas.