* Si no libera a estadounidenses.
Washington.- La administración del presidente Donald Trump renovó su ofensiva política contra el régimen de Irán, al condenar la retención, por parte de las autoridades iraníes, de al menos cuatro estadunidenses y advertir que su cautiverio podría tener serias consecuencias.
«El presidente Trump está dispuesto a imponer nuevas y graves medidas contra Irán, a menos que todos los ciudadanos estadunidenses injustamente encarcelados sean liberados y devueltos», señaló la Casa Blanca en un comunicado emitido esta tarde.
El amago se produjo cuatro días después de que el gobierno estadunidense anunció la imposición de nuevas sanciones contra Irán en respuesta, entre otras razones, a la persistencia de su programa de misiles balísticos.
«Durante casi 40 años Irán ha utilizado las detenciones y toma de rehenes como una herramienta de la política estatal, una práctica que continúa hasta el día de hoy con la reciente sentencia de Xiyue Wang a 10 años de prisión», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Wang, un ciudadano estadunidense nacido en China, fue detenido el verano pasado bajo cargos de espionaje mientras realizaba investigaciones académicas.
«El presidente Trump insta a Irán a que regrese a casa a Robert Levinson, quien ha estado recluido por más de 10 años, y exige la liberación de Siamak y Baquer Namazi, que fueron tomados (presos) durante la administración (de Barack) Obama», indicó la declaración.
Estados Unidos sospecha que el gobierno de Irán mantiene retenido a Levinson, un exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA) que trabajaba para la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), y quien desapareció en el 2007 mientras visitaba una región de esa nación como parte de una investigación sobre contrabando de cigarros.
Mientras que Siamak Namazi, un hombre de negocios iraní-estadunidense, que ha estado detenido en Irán por más de 10 años y en octubre del 2016 fue condenado a 10 años de prisión acusado de colaborar con un gobierno extranjero.
Junto a él también fue acusado y sentenciado su padre, Baquer Namazi, quien era un gobernador provincial durante el régimen de Shah Mohammed Reza Pahlavi, y emigró a Estados Unidos tras el triunfo de la revolución islámica en 1979.
