* Celebraron Día de Muertos y Concurso de Ofrendas en instalaciones de la Policía Federal.
El comisionado general de la Policía Federal (PF), Manelich Castilla Craviotto, encabezó la celebración del Día de Muertos y el Concurso de Ofrendas de esa institución.
En representación del titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales, subrayó el lugar único que tiene México en el mundo, al conmemorar el «Día de Muertos», basado en sus raíces y en el sincretismo de la cultura prehispánica.
Castilla Craviotto felicitó al personal policial por el esfuerzo y dedicación al participar por quinto año consecutivo en la elaboración de las seis ofrendas que se presentaron, adornadas con papel picado, comida, veladoras, fruta, calaveritas de dulce, coloridas flores de cempasúchil y el tradicional pan azucarado de muerto.
En su oportunidad, la secretaria general de la PF, Frida Martínez Zamora, resaltó la importancia del ingenio e imaginación de los participantes por conservar la tradición de «Día de Muertos» en la Policía Federal, la cual, dijo, forma parte de la identidad misma como mexicanos.
Indicó que el uso de las calaveras nos ayuda a entender el significado que tiene el «Día de Muertos», dentro de nuestra identidad como mexicanos, ya que a pesar de las diferentes creencias que tenemos sobre la enigmática muerte, todos nos reconocemos en esta imagen. A su vez, un elemento de la institución declamó las rimas de una «calaverita literaria», que al final unió a todos los presentes al recordar los sismos del pasado mes de septiembre, donde la Policía Federal sumó sus capacidades en favor de los necesitados.
Entre las ofrendas que se exhibieron destacó una dedicada al Caballero Águila y al Caballero Jaguar, símbolos prehispánicos que forman parte del escudo de la Policía Federal, así como la representación de un ofrenda michoacana, adornada con un lago y un pescador viviente del Lago de Janitzio. La ganadora fue la ofrenda del Sistema de Desarrollo Policial (Sidepol), la cual incluyó la escenificación de la leyenda de una mujer indígena conocida como «La Llorona», con origen en uno de los antiguos canales de Xochimilco.
