México reporta hasta cuatro mil casos de mordedura de serpiente cada año, siendo San Luis Potosí y Oaxaca las entidades con mayor incidencia, con aproximadamente 300 eventos, mientras que en el Estado de México ocurren cerca de 150, destacó el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alejandro Carbajal Saucedo.
El especialista de la UAEM, quien desarrolla su actividad académica en el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA), detalló que antes de acudir a un centro hospitalario, es frecuente que las personas opten por un tratamiento de tipo tradicional, por lo que se calcula que estos eventos ocurren hasta cuatro veces más que los que son reportados oficialmente.
Al ubicarse como el primer país de Latinoamérica por su diversidad en serpientes venenosas, México requiere de un amplio estudio para generar y promover antivenenos adecuados en instancias hospitalarias, ya que algunos ubicados en sitios donde no ocurren accidentes con serpientes de forma regular, desconocen los tipos de veneno o no cuentan con los medicamentos adecuados para atender una emergencia, sostuvo el académico de la Autónoma mexiquense.
Con base en un estudio minucioso de la serpiente de cascabel conocida como de “cola negra”, Carbajal Saucedo, integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), indicó que el veneno de esta especie, la cual se distribuye desde el sur de los Estados Unidos y atraviesa todo el territorio mexicano, es diferente de acuerdo con la zona en la que habita.
“En el norte del país, en entidades como Coahuila, Chihuahua y Sonora, las serpientes tienen una potencia hemorrágica que facilita la rotura de vasos sanguíneos”, mientras que por el contrario, en el centro y sur de México no tienen una letalidad representativa, ya que su veneno no actúa de la misma forma, manifestó el investigador.
Además de analizar el veneno de los ofidios, la labor del universitario Alejandro Carbajal Saucedo tiene como propósito generar un mayor acercamiento con centros de salud en el país, así como analizar el componente humano, importante en su relación con las serpientes.
