*Sino que se aplique plenamente, subraya Joaquín Coldwell.
La reforma energética no necesita reformarse sino aplicarse plenamente, ya que una propuesta de este calado, integralidad y profundidad requiere de siete a ocho años para implementarse y apenas van dos años, expuso Pedro Joaquín.
El titular de la Secretaría de Energía (Sener) subrayó que los efectos económicos adversos que están golpeando algunas regiones petroleras del país no se deben a la reforma energética, sino al precio de la mezcla mexicana de crudo que cayó de 108 a 25 dólares por barril.
«Todas las regiones petroleras del mundo han sido afectadas en su economía; es una situación del mercado internacional del crudo que ha golpeado fuertemente las finanzas públicas nacionales y la economía de varias entidades federativas del país», sostuvo.
Al reunirse con integrantes de la Comisión de Energía y responder a sus inquietudes, explicó que la reforma energética lo que hace es dar al país herramientas que antes no tenía para superar en un tiempo razonable esas circunstancias tan adversas.
Por ejemplo, dijo, a Petróleos Mexicanos (Pemex) le estaba prohibido asociarse; eso es un absurdo, no hay otra petrolera en el mundo que hubiera tenido prohibición de asociarse con otras empresas, es la práctica internacional para compartir los riesgos geológicos y financieros.
Sobre el tema del gas LP, añadió, se está tramitando con la industria crear unos tanques más pequeños para que los mexicanos con menos recursos económicos tengan acceso a este recurso y dejen de usar leña para cocinar.
La reducción del costo de ese energético «que hemos tenido este año es casi igual a lo que estas familias gastan en leña; entonces, sí estamos conscientes de las desigualdades sociales del país, y por eso creemos que necesitamos implementar todavía más a fondo una reforma energética que nos dé empleos y desarrollo regional», dijo.
El servidor público abundó que la reforma energética también creó las bases del nuevo mercado eléctrico mayorista, un modelo sin precedentes en el país en el que los generadores pueden vender energía sin barreras de comercialización y los usuarios calificados escogen a quién comprar, lo cual estimula una mayor competencia.
Asimismo afirmó que el mercado de corto plazo inició operaciones y se encuentra en proceso de maduración. «Actualmente participan cuatro compañías, tres privadas y la Comisión Federal de Electricidad que representa también a 200 permisionarios. Además, 20 empresas más están en proceso de incorporarse».
Hasta ahora, prosiguió, los resultados más sobresalientes están en el mercado eléctrico de largo plazo, en el que en un periodo menor a un año nuestro país ha sido testigo de las primeras dos subastas eléctricas de energías limpias bajo altos estándares de transparencia.
Como resultado de estos dos procesos, acotó, 34 empresas privadas desarrollarán hacia 2019 un total de 52 centrales de generación que adicionarán casi cinco mil megawatts a la capacidad instalada actual, es decir, 170 por ciento de lo construido en proyectos solares y eólicos en los últimos 18 años.
De igual forma, prosiguió, se detonarán inversiones en 15 estados de la República por seis mil 600 millones de dólares y se impulsará la creación de nuevos empleos.
Con estas dos subastas, aseguró, se ha demostrado que México es sumamente competitivo en esta materia, pues obtuvimos uno de los mejores precios de las energías renovables del mundo, en particular la solar fotovoltaica.
México acreditó la tendencia mundial a la baja de los costos de generación de las tecnologías limpias, estableció el titular de la Secretaría de Energía.
Por ello se trabaja en el diseño de la tercera subasta, que tendrá lugar a más tardar en abril de 2017, en la que a diferencia de las anteriores en la que la CFE fue el único comprador de energía, en esto ocasión se permitirá a empresas privadas adquirir energía , potencia y certificados de energías limpias, añadió Joaquín Coldwell.
