Hay fechas memorables que han trascendido en la historia de las mujeres mexicanas; nuestro país fue el último de Latinoamérica en consolidar el derecho al voto de la mujer, después de que la ONU había llamado a los países miembros a reconocer los derechos políticos de las mujeres, tras una lucha de miles de mujeres, durante cincuenta años.
El inicio de la inclusión femenina como parte fundamental de nuestra sociedad, reconociendo el derecho al voto de la Mujer en México comenzó el 12 de febrero de 1947, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto de adición al artículo 115 para permitirles la participación como votantes y como candidatas, quedando establecido que: “En las elecciones municipales participarán las mujeres, en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas”.
Después de una lucha histórica, las mujeres lograron formar parte de la vida pública del país y de la toma de decisiones para elegir a sus representantes populares; fue hace 65 años, el 3 de julio de 1955, cuando las mujeres en México sufragaron por primera vez en una elección federal, derivado de la reforma Constitucional del artículo 34, a iniciativa del Presidente Adolfo Ruiz Cortinez, quien promulgó las reformas para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena y fue así que la mujer obtuvo el derecho a votar y ser considerada como ciudadana.
Como resultado de esta reforma, las mujeres trascendieron en la historia de nuestro país, dejando un gran legado para las generaciones venideras, una lucha constante para lograr la inclusión femenina, que se ha ganado paulatinamente en diversas batallas y con victorias parciales a lo largo del tiempo y vigente hasta la actualidad.
Uno de sus mayores logros ha nivel internacional fue en 2016 ante la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y el Instituto Nacional Electoral (INE), donde atestiguaron el primer informe sobre los compromisos HeForShe suscritos por los partidos políticos para priorizar la igualdad de género en el proceso electoral 2017-2018, lo que genero un avance en una mayor participación de las mujeres en los diversos cargos de elección popular.
Así mismo se consolido la Reforma del 6 de junio del 2020, en la que se logró la paridad total en la participación de las mujeres en los cargos de elección popular y en el ámbito público; con la que seguimos avanzando hacia una sociedad igualitaria en oportunidades y justa para hombres y mujeres.
Actualmente los partidos políticos se encuentran ante la enorme oportunidad histórica de llevar al siguiente nivel las luchas por la paridad, ya que esta no es una lucha temporal, es una lucha permanente, que se pone a prueba constante en cada proceso electoral, con el impulso de las postulaciones de las candidaturas de las mujeres, generando condiciones favorables para su crecimiento y desarrollo en el ámbito gubernamental.
El reconocimiento del liderazgo de la mujer, resulta fundamental para la vida democrática de un país, como un equilibrio perfecto de géneros, para la suma de ideas en favor de una sociedad incluyente y justa.
La ruta a seguir debe ser la elaboración de políticas públicas que fomenten la participación de la mujer en la toma de decisiones en todos los ámbitos, para construir juntos un México justo , acorde a la realidad de una sociedad en constante cambio, teniendo como objetivo impulsar políticas públicas equitativas para toda la población bajo el marco de una legislación enfocada en atender los temas más relevantes para el país, como es la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, la defensa de sus derechos humanos, su participación en la construcción de la paz y la inclusión en la participación de las mujeres en pie de igualdad en todos los planos de la vida pública y política.
Han sido varias las batallas de las mujeres en el mundo, las que nos demuestran que el poder más fuerte que todos, es el de las mujeres, todas con diferentes rostros, edades y nacionalidades, pero con un solo objetivo, tomar decisiones, cargos y dirigir los destinos de una sociedad igualitaria, las mujeres han demostrado que su gran poder reside en su capacidad intelectual, liderazgo, responsabilidad, compromiso y empatía social, todavía hay una ruta larga por seguir, sin embargo la lucha será permanente.