lunes, mayo 20, 2024
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A mi manerA

Por Julio A. AGUIRRE

**Las cosas buenas también cuentan…. ¡y se cuentan!
*Seres humanos, simple y sencillamente.
*Una historia real.

 

El corazón es lo último que se desprende de la tierra y la memoria lo último que se desprende del corazón. Alejandro Dumas.
Al cuarto año de su administración, Enrique Peña Nieto, expresidente de México, acuñó una frase que resultó eslogan de su Informe de Gobierno: «Las cosas buenas también cuentan».
La máxima llevaba varias aristas, entre ellas dirigiéndose a los medios informativos que destacaban, desde entonces, las distintas desgracias que azotaban al país.
Alguien olvidó que lo bueno era tan escaso y esporádico, y que lo malo frecuente y lamentable. Los medios informativos no pueden ni deben inventar lo ausente, tampoco sacarse conejos de la chistera sin ser magos en temas imaginarios.
Sirva la introducción para expresar sobre el evento en que el Gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza hizo entrega de equipo y mobiliario del Centro de Atención Múltiple (CAM) número 43 en el municipio de Papalotla, el cual recibe a 141 menores de nueve municipios.
Por cierto en la entidad mexiquense existen 170 Centros. Uno de los objetivos de la administración estatal a su cargo, recordó, es que los pequeños que sufren algún tipo de discapacidad y reciben educación en algunos de los 170 Centros de Atención Múltiple, cuenten con mejores herramientas que contribuyan a su desarrollo, por ello estos espacios serán rehabilitados en infraestructura y equipamiento, informó Del Mazo Maza.
Esas son las cosas buenas que también cuentan…. ¡Y se cuentan!
Ver las fotografías (bien dicen que una gráfica dice más que mil palabras) nos enchinó el cuero.
Siempre lo hemos sentido y hoy nos toca contarlo. Nunca nos agradó la palabra que utilizaban para referirse a estos seres humanos. La palabra que hoy se utiliza: discapacidad o capacidades diferentes, tampoco nos gusta.
Ellos son y serán personas, seres humanos que ciertamente requieren cuidados especiales y me atrevo a señalar, con una sencillez, humildad, inocencia e inteligencia en mayor grado que usted, que yo, que los estudiados, que los finos y delicados; aquellos a los que no les falta nada físicamente y sin embargo están huecos.
Se dice que la sensibilidad es la capacidad o propensión natural de las personas a emocionarse ante la belleza y los valores estéticos o ante sentimientos como el amor y la ternura. Repito la fotografía aparecida en nuestra portada del día de ayer en nuestro Diario 8 Columnas, donde un jovencito abraza con cariño paternal al Gobernador del Estado de México, quién con justa razón, abraza al niño y dibuja una sonrisa de gusto, de cariño, de satisfacción.
Hoy en este espacio agrego la segunda gráfica la cual dobla al más bragado por el gesto y la ternura de la placa. Una niña con la cabeza y mirada en el piso recibe un apoyo más familiar que gubernamental.
Si quién escribe hubiese estado en los zapatos del jefe del ejecutivo estatal seguro los ojos nos hubieran sudado, y el nudo en la garganta aún lo mantendríamos.
Serían, al mismo tiempo, un abrazo inolvidable con un cariño limpio, puro y sincero.
Sería (la foto con la niña), digna de un cuadro que adornaría la oficina principal en todo Palacio de Gobierno del Estado. Son actos que un servidor llama con corazón y nunca por obligación.
Aquí el ejemplo de que las cosas buenas cuentan… ¡y también se cuentan!
No más comentarios por esta ocasión. No manchemos (hablando barrabasadas que a diario cometen los servidores públicos, con sus excepciones).
¿Nos pasamos de sensibles? Lo sentimos en verdad.
En este espacio se dice lo que se piensa, y se piensa lo que se dice.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
Correo electrónico: aguirre@8columnas.

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