viernes, abril 19, 2024
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A mi manerA

Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA

*Morena es el PRD.

*La soberbia de Higinio.

*Andrés Manuel López Obrador. Todo se regresa.

El avaro es el que no gasta en lo que debe, ni lo que debe, ni cuando debe. Aristóteles.

Se ha dicho en este espacio que el Partido de Morena se formó con ex militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), vino luego la colocación del letrero: “Se recibe cascajo político”. Era necesario y obligado hacer bola para cumplir con uno de los requisitos solicitados por el Instituto Electoral, y alcanzar la licencia de partidlo político oficial.

Ciertamente el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador nació en las filas del tricolor, pero fue justamente en el PRD donde por largo tiempo hizo lo que quiso destronando a Cuauhtémoc Cárdenas.

Ciertamente Obrador utilizó al PRD y el PRD hizo lo mismo con AMLO hasta que el tabasqueño decidió dejar las filas del Sol Azteca, jalando con él a lo más rancio del perredismo. Guerreros auténticos, aunque muchos confunden el significado de guerreros con gente bravucona, escandalosa y peligrosa.

Amos y señores de las manifestaciones, de denuncias y exigencias. Siempre con la petición que renuncie fulano o zutano; fuese del Partido Revolucionario Institucional o del Partido Acción Nacional.

Los resultados para Morena se vieron de inmediato: subió como la espuma porque tenían y veían en el líder y creador del partido a un “Dios” que llegaría a la presidencia de la República.

Dos o tres años le faltaban a Enrique Peña Nieto para terminar su administración y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) –lo sabían y aceptaban- que la silla principal del país la tenían perdida.

Soy, entonces, de la idea que Morena no nació y que el PRD no murió. Solamente cambiaron de nombre, de siglas y de colores. Hoy Morena actúa, piensa y ejecuta igual a como lo hizo el partido negro con  amarillo.

Con la vestimenta de Morena pero el pensamiento del PRD, hay elementos que se han mareado en las alturas y se sienten intocables e imprescindibles. Entre los muchos que así actúan está Higinio Martínez Miranda, otro dinosaurio político que mucho mamó de la ubre del entonces PRD.

Imagínese usted que Higinio se dio el lujo de solicitar licencia en el mismo Senado de la República e ir en busca de sus ideales e intereses políticos.

Terco como Andrés Manuel, Martínez Miranda quiere, ni más ni menos, ser Gobernador del Estado de México, un sueño que más bien parece pesadilla y sobre toda una obsesión enfermiza.

Higinio tuvo las arrestos (yo le llamaría soberbia) de amenazar a Morena de salirse del partido. Y se lo dijo a la misma bancada (mayoría) en el Congreso local a sus amigos-enemigos de partido.

Se fue, Higinio, en contra de los actuales dirigentes nacionales, de los conflictos internos; descartó, eso dijo, pretender ser dirigente de Morena en el Estado de México.

El desmemoriado senador con licencia advirtió a los altos dirigentes de que podrían convertirse en un Partido de la Revolución Democrática.

“Va a pasar lo mismo como el PRD, y yo no estoy dispuesto a seguir en un partido así, lo digo de una vez, si no se compone (Morena), qué caso tiene estar aquí. Por las mismas condiciones salí del PRD hace 8 años”, expresó.

¿Entendería “la chusma”?. Higinio Martínez Miranda, ahora se siente Don Higinio.

“Quema mucho” el sol, dicen los chavos.

SALVESE EL QUE PUEDA

El que persigue dos liebres no coge ninguna. Publio Siro

Recientemente en este espacio hablamos de la herencia que nos dejará López Obrador cuando termine su sexenio y abandone la política ¿Por qué si la va a dejar, verdad?

Un Morena, perdón, un PRD más ambicioso que nunca. No tarda en formarse las tribus en que cuchillo entre dientes tratarán de aniquilarse entre sí. Morena, otra vez perdón, el PRD hoy tiene la aceptación de millones de seguidores porque está Andrés Manuel López Obrador, pero pronto, reiteramos, muchos desmemoriados e interesados militantes dejarán de brindar apoyo a su “Dios”, porque AMLO se va pero ellos se quedan, y en su camino está el mismo final del Jefe del Ejecutivo Estatal: La silla presidencial.

Ni modo Presidente, hay quienes muerden al que les quitó el bozal. Y no hablamos de periodistas como usted erróneamente y en una falta de respeto total (así sucede cuando se generaliza) lo expresó.

Mis queridos viejos decían. Ve primero el jardín de tu casa antes de pretender observar el bosque.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

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