Saúl Gómez brito
La segunda edición del Festival Cultural de Malinalco, confirma que el pueblo se transforma en un polo de desarrollo económico y cultural, cuyos beneficios y alcances favorecen a esta región occidental del Estado de México, una confirmación real dada la visita de un gran número de visitantes, atraídos por su historia y el encanto de su naturaleza.
Estar en el Pueblo Mágico de Malinalco, es mirar la vida en todos sus matices, en sus detalles más íntimos, uno tiene que ver a sus pobladores en su tierra, conocer sus esperanzas y temores, palpar las fisonomías y actitudes auténticas, que están detrás de las estadísticas acumuladas; es ver el pueblo real, vivo.
Recorrer esta zona turística, es dar valor a un nuevo régimen de desarrollo en toda su frescura, diremos vigor y crecientes posibilidades, lejos del ruido y el alboroto de las grandes ciudades, es la provincia con casas y gentes sencillas, con sus espacios de cultura, es observar al ser humano, no como una abstracción, sino como un ser vivo con sus necesidades y aspiraciones.
Es el lugar para llegar a la esencia de los hechos referentes de un nuevo modo de percibir la vida, donde se abrigan ilusiones, aspiraciones y los sueños del mañana, un proceso natural que inevitablemente se hace sentir en un escenario formado por altas montañas, que hablan de sus tradiciones y leyendas.
En sí, los Pueblos Mágicos están llamados a dar un desarrollo sustentable pleno, con un amplio horizonte, donde el trabajo cultural refleje la verdad de la vida, mostrando la grandeza de las hazañas heroicas de sus antepasados, una identidad mostrada en una buena combinación de tradiciones folclóricas.
La segunda edición del Festival Cultural de Malinalco, mostró una sociedad que aspira a un reencuentro con la cultura, su historia y su lucha por un mundo mejor, cuando el hombre moderno vive dentro de una vorágine, en un tornado de tormentosa vida política y de prominentes logros en la ciencia y en la tecnología.
No existe otra vía real para formar la personalidad y la posición cívica de la sociedad, que la de incorporarnos al mundo de la cultura con nuevas bases de organización; indudablemente, se requiere de esfuerzos creativos y de una lucha abnegada, para que la magna tarea cultural se vea cumplida, como lo exige la época en que vivimos.
La sociedad malinalca, cumplió sus cometidos cívicos resguardando el orden y apuntalando la seguridad, el visitante se mostró distinguido en un ambiente donde el arte mostró sus mejores facetas, como fue la exposición de pinturas de artistas como Paco Aguirre, así como la exposición “Los Cristos” de Leopoldo Flores y las esculturas de Sebastián.
El escenario fue propio para las exposiciones de conferencias, presentaciones de libros, obras de teatro, danzantes; conciertos como el de la Orquesta Sinfónica Mexiquense, del Coro del Instituto Mexiquense de Cultura; el de la Orquesta y Coro del Conservatorio Nacional de Música, así como el recital de Ópera de la Mtra. Teresa Rodríguez, así también diversos grupos y Estudiantina de la Universidad Autónoma del Estado de México.
En este evento encontramos la participación entusiasta de niñas y niños de la comunidad educativa Ameyali, cantando por la paz mundial acompañados por Carolina y Erik, sobresalientes intérpretes del folklor malinalca; se contó con la colaboración de grupos de personas del pueblo, bailando danzas tradicionales como “Los Panaderos” y “El Guajolote”; el domingo por la noche, se dieron cita en el estadio municipal una gran cantidad de familias, donde se cantó y bailó, al compás de las interpretaciones de la bella voz de Lila Downs.
Este fue un esfuerzo perseverante por revitalizar la historia y la cultura de un pueblo milenario, con el apoyo de sus patrocinadores, como el Gobierno estatal, el Gobierno municipal, el Instituto Mexiquense de Cultura, La Universidad Autónoma del Estado de México, Fundación Televisa, Televisión Mexiquense, Canal Once, Canal 22, periódico El Universal, México desconocido y más y más, no siendo posible mencionar en este breve espacio; ellos, hicieron posible la realización de este gran Festival Cultural en el Pueblo Mágico de Malinalco.