viernes, julio 26, 2024

Trípode

Eduardo H. Limón Cervantes

 

  •  Estamos artos de los maestros.

A partir de la Reforma Educativa recientemente aprobada, se hace necesaria la evaluación del desempeño a los docentes de todo el país, acción que ha recibido innumerables críticas e inconformidad por parte de los mentores; sin embargo, después de observar el comportamiento del «amaestrado», qué podemos pensar, opinar y exigir como sociedad, s no la evaluación del desempeño como la más óptima acción para con estos pseudoprofesores.

Fue indignante ver en días pasados a integrantes de la CNTE rapando a maestros que intentaron presentar su examen de evaluación docente obligatoria. Esto ocurrió en Chiapas. Un grupo de rufianes – porque no se les puede llamar maestros- les impidieron el paso, les pidieron sus documentos, les cortaron el cabello y fueron objeto de burlas.

Pero más indignante fue ayer, cuando presencié la marcha de los maestros de la sección 36 del SNTE del Valle de México, y de la sección 17 del Valle de Toluca, acompañados por los mozalbetes alumnos de la escuela de Tenería, destrozando la vialidad y la tranquilidad de Toluca, donde con pancartas, lonas y cartulinas, además de gritos, manifestaban su inconformidad hacia las evaluaciones de la reforma educativa.

Como es su costumbre, dicen que tienen derecho a manifestarse, pero comenzaron a golpear las puertas de Palacio de Gobierno exigiendo una audiencia con el gobernador del estado, así en el edificio de la cámara de diputados. Por eso Dios nunca me hará gobernador, procurador de justicia o presidente de la República, si fuera así, ya les hubiera echado a los granaderos ordenando fuego a discreción.

Sin sentido sus denuncias, porque la evaluación ya es un hecho; pero ya en el relajo, los revoltosos manifestaron su apoyo a los residentes de Xochicuautla hacia el rechazo de la carretera Toluca-Naucalpan y la pronta aparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Y ya encanijados los profesores que no dan clase causaron destrozos y golpearon a reporteros y nadie hace nada.

Si hemos visto que el uso legítimo de la fuerza se ha empleado en algunas ocasiones con eficacia para neutralizar a la CNTE, la pregunta es ¿porqué no hacerlo también contra el SNTE? ¿Hasta cuándo se va a permitir que este grupo delictivo continúe actuando con toda desfachatez? De otra forma esto va a seguir. No se trata de reprimir, simplemente de aplicar la ley.

Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre que educación es lo que la mayoría recibe, muchos transmiten y pocos tienen».

E-mail: limon@8columnas.com.mx
Twitter: @edulimon76

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