Rumbo a los derechos político-electorales del 2024
No ser inclusivos en el 2024 les pasara factura a los partidos políticos.
Ya podemos votar, ¿y ser votados?
Lejos de los cómputos y el conteo del voto por voto, además de los procesos en materia electoral que se avecinan, propios de cada elección, se debe hacer un balance objetivo de lo que fue la jornada electoral en búsqueda de la gubernatura del Estado de México. Por lo que se debe comenzar por destacar que; por primera vez una mujer encabezara el ejecutivo, su gabinete será conformada con paridad de género y que se comprometió con una agenda progresista para la comunidad LGBTTTIQA+.
Eso desde el lado social y político es aceptable y destacable, sin embargo pese a los esfuerzos del IEEM porque se garantizará el voto diverso en el que se realizaron foros, un simulacro y publicaciones en redes sociales, quedaron a deber un protocolo o la inclusión de la participación de las personas no binarias en el protocolo existente para personas trans.
Y es que esto no debe ser considerado una concesión graciosa, pues al igual que en el caso del “Protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana” que fue un mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ahora con la incorporación al cambio en la credencial en el apartado de “H” y “M” por una “X” para reconocer a las personas no binarias se debió generar un documento para garantizar el acceso al voto en los comicios del Estado de México y Coahuila.
Por otro lado, dejando el proceso 2023 y con miras al 2024 se tendrá que hacer efectiva la cuota arcoíris que insta a los partidos políticos presentar fórmulas de candidatos diversos para las diputaciones federales, en el proceso del 2021 solo 5 de cada 10 partidos con registro tenían en sus documentos básicos el reconocimiento de la militancia diversa.
Por ello, no es de esperar que a lo largo y ancho del país se presenten procesos internos y externos en los institutos electorales estatales para que las cuotas se amplíen para diputaciones locales, presidencias municipales y regidurías, si no es que hasta gubernaturas.
Las poblaciones diversas, y si poblaciones no comunidades porque se ha censado mal a la diversidad sexual, ya no quiere dejar el futuro de sus vidas en manos de personas heterosexuales, como tampoco lo hicieron las mujeres en manos de los hombres cuando ellas no podían acceder al voto o a espacios de decisión, y como todos los derechos obtenidos se han ganado a golpe de sentencia que a nadie sorprenda que estos procesos se darán en los últimos años.
Las poblaciones diversas ya pueden votar pero ¿y ser votadas?, al parecer de momento no, y si no se lo permiten los partidos políticos, que por cierto ya muchos están en decadencia, entonces no sería extraño que si se organizan y dejan el ego de lado los liderazgos diversos conformen su propio partido, los números les dan y ya hay una agrupación política nacional como lo es “Movimiento Arcoíris por México” que puede dar el salto a partido político y entonces si estaríamos hablando de una verdadera inclusión y piso parejo para acceder a espacios de poder.
