Lo mejor y lo peor del 2022 en cuanto a la agenda LGBTTTIQA+
Sin duda el 2022 pasara a la historia como uno de los años en que más avances significativos se obtuvieron para la diversidad sexual, uno de ellos, que se lograra el matrimonio igualitario en todo el país como lo anunciamos justo hace un año en este mismo espacio, el reconocimiento de personas no binarias por primera vez en el estado de Hidalgo y la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Genero que censa por primera vez a las personas LGBTTTIQA+ a través del INEGI.
Del lado negativo los casos de discriminación, violencia y crímenes de odio no cesaron y hubo un aumento en espacios públicos como antros, calles, establecimientos y lugares laborales pese al reconocimiento de derechos a través de reformas en la legislación, donde la comunidad trans fue la más afectada.
También se observó un número importante de figuras públicas que arremetieron contra la diversidad sexual en el mundo político, deportivo y de medios de comunicación.
Sin embargo y pese a ello el 2023 se vislumbra positivo en cuanto a la agenda trans en la que hasta ahora va un poco más de la mitad de las entidades en reconocer su identidad, por lo que hay altas probabilidades de que al final del próximo año se cuente con un 90% o hasta 100% de la aprobación total.
Pese a que la agenda de las personas no binarias comenzó en Hidalgo, dependerá mucho de la visibilidad de este sector y de la lucha táctica y litigiosa para que salgan abantes en las demás estados.
Lo que se prevé desde la lucha social es que el próximo año se observe un esfuerzo por conseguir otros derechos que dignifiquen a la diversidad sexual como temas laborales, de salud, políticos electorales y en temas de seguridad y justicia para prevenir los delitos y tipificarlos por estar motivados por el odio a la identidad de género y la orientación sexual.
En cuanto a los temas pendientes que ni la misma comunidad le quiere entrar porque son tópicos delicados, es la depuración y erradicación de liderazgos trans que a su vez son tratantes de blancas o que delinquen a través del lenocinio, la endodiscriminación que cada vez es más visible en lo público, la salud mental de muchas y muchos que son de la diversidad sexual y que tienen prácticas sexuales de riesgo, adicciones, carencias o traumas generados por la violencia ejercida en sus ambientes sociales y una mayor educación sexual y difusión de métodos de prevención para eliminar casos de transmisión de VIH/SIDA y ITS. Ya nos dirá el tiempo si se abre la discusión sobre esto y se comienza a trabajar en ello.
