Redacción
El debate sobre la posible compra de Groenlandia por parte de Estados Unidos ha tomado relevancia en el escenario político. Marco Rubio, secretario de Estado, enfatizó que el interés del presidente Donald Trump en la adquisición del territorio autónomo de Dinamarca responde a consideraciones estratégicas y no a un simple capricho.
El presidente estadounidense ha planteado la posibilidad de incorporar Groenlandia al territorio nacional desde su relección en noviembre. La viabilidad de esta propuesta se encuentra sujeta a múltiples factores, incluyendo el impacto geopolítico y las relaciones diplomáticas con Dinamarca.
En una entrevista para un medio estadounidense, Rubio sostuvo que la compra de Groenlandia se vincula con la seguridad nacional y el fortalecimiento de la posición de Estados Unidos en el Ártico. Mencionó que la región desempeñará un papel clave en las futuras rutas marítimas, lo que exige una presencia consolidada del país en la zona.
Por su parte, el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha reiterado que la isla no está en venta y que cualquier decisión sobre su estatus debe provenir de sus habitantes. En medio de este contexto, su administración ha intensificado su campaña en favor de la independencia.
Rubio evitó detallar los pasos específicos que el gobierno estadounidense planea seguir en este asunto. Sin embargo, subrayó que en los próximos años se observarán avances en la seguridad de los intereses estadounidenses en el Ártico, alineándose con las prioridades establecidas por la administración de Trump.
