Redacción
Al señalar que en la entidad la población LGBTTTIQ+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestí, Transgénero, Transexual, Intersexual, Queer y +) suma 490 mil personas de 15 años y más, la diputada Brenda Colette Miranda Vargas y le diputade Luisa Esmeralda Navarro Hernández, de morena, propusieron incorporar baños neutros en las escuelas públicas y privadas como un derecho de las poblaciones de la diversidad sexo-genérica estudiantil.
De acuerdo con la iniciativa para reformar la Ley de Educación estatal, los baños neutros tienen como objetivo promover y garantizar la inclusión, ya que son espacios diseñados para ser accesibles y respetuosos con la diversidad de identidades de género, pues están pensados para que todas las personas, sin importar su identidad o expresión de género, se sientan cómodas y seguras al usarlos.
Al dar lectura al documento, la legisladora Brenda Colette Miranda afirmó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha documentado casos de violencia escolar contra estudiantes de esta comunidad, afectando su desarrollo social, emocional y académico, muchos de quienes les pidieron promover esta acción.
Por lo anterior, se propone que existan baños neutros con seguridad en los inmuebles educativos estatales y municipales; así como en los planteles particulares, con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios.
En sesión deliberante, explicó que estos baños se identifican como baños unisex o de uso general, donde no se excluye a nadie por su identidad o expresión de género, los cuales pueden ser utilizados por cualquier persona, sin importar su identidad de género; baños con privacidad mejorada que ofrecen un espacio seguro a quienes se sienten incómodos con la presencia de personas de diferentes géneros; y también espacios accesibles para personas con discapacidad, asegurando que la diversidad de necesidades de las personas sea atendida.
Resaltó que, en los entornos estudiantiles, los baños neutros son una medida para fomentar un ambiente de respeto, diversidad e igualdad, en el que todo el estudiantado pueda vivir su identidad o expresión de género libremente y sin temor a ser discriminados.
