sábado, diciembre 21, 2024
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Alcohólicos Anónimos, lugar de rehabilitación o de maltrato

 

La pandemia trajo consigo un sinnúmero de cambios personales que afectaron a la sociedad en general, haciendo que el consumo del alcohol se incrementara más del 20 por ciento.

 

Por Guadalupe de la Cruz

Los problemas cotidianos, la depresión por falta de empleo o ingresos y, en ocasiones, las decepciones amorosas, así como el confinamiento a causa del Covid-19, han sido causa suficiente para que el consumo de alcohol se incremente entre la población, tanto en hombres como en mujeres e incluso adolescentes.

La pandemia también ha sido motivo para que esta situación se complique entre las familias mexiquenses, pues desde el año pasado ha provocado estragos entre la sociedad, dejando a muchos sin empleo, sin dinero y sin algún integrante de la familia, frustración que solo podía liberarse con el consumo de alcohol o de otras sustancias.

La ingesta se agudiza aún más cuando llega una de las épocas en la cual la melancolía y los buenos o malos recuerdos se apoderan de la sociedad, haciendo que el “brindis” se salga de control, a tal grado que muchos pierden la noción del tiempo.

FOTO: Juan Hernández

Especialistas

 

Alberto Alonso Gutiérrez Novelo, director del Instituto Mexiquense Contra las Adicciones (IMCA), aseveró que tanto los duelos emocionales, la pérdida de algún familiar por Covid-19 o el desempleo por la actual pandemia, provocaron un aumento en el consumo de alcohol dentro del hogar.

Explicó que la pandemia trajo consigo un sinnúmero de cambios personales que afectaron a la sociedad en general y, por ende, generaron una carga emocional en la población.

“Esta situación provocó que la población manifestara síntomas afectivos y ansiosos y, para contrarrestarlos, recurrieron a ingerir algunas sustancias para contener un poco esos síntomas”, indicó.

Aun cuando se restringió la venta de bebidas embriagantes durante la pandemia, hubo un aumento en el consumo de alcohol dentro del hogar, “el consumo de alcohol fue tomado como una manera de lidiar con la sintomatología que se presentaba, derivado de duelos emocionales, pérdida de familiares, empleo”, recalcó.

Gutiérrez Novelo refirió que aproximadamente se incrementó en un 20 por ciento el consumo de sustancias durante la pandemia, “no tenemos un número real, porque dicha pandemia aún no termina y el consumo sigue en aumento”, concluyó.

 

Anexos/Alcohólicos Anónimos

 

Muchos mexiquenses irremediablemente cayeron en las garras del alcohol, perdiendo trabajos, dinero, amistades y también familia, pero algunos otros, para evitar ser parte de las estadísticas, tuvieron que buscar la forma de regenerarse, por lo que una de las opciones fue ingresar a centros de rehabilitación denominados Alcohólicos Anónimos (AA), esperanzados en solucionar su “problema”.

Al llegar a dichos lugares, por voluntad propia o porque la familia los lleva a internarse, los afectados ingresan como mínimo 3 meses, tiempo en el que su cuerpo debe desintoxicarse para poder reintegrarse a su familia y a la sociedad.

Las actividades que realizan en los anexos consisten en recibir pláticas durante todo el día, de lunes a domingo, que los hacen reflexionar sobre la vida que llevaban con el alcohol y lo que han perdido a causa de la bebida; y durante un mes no reciben visitas.

FOTO: Juan Hernández

Testimonio

 

Fredy, vecino de la ciudada de Toluca, narra que la primera vez que acudió, por voluntad propia, a un centro de rehabilitación, el trato que recibió fue bueno y hasta se podría decir que amable, “lo que quiere la gente que está en esos lugares es ayudarte a salir de tu adicción”.

Las palabras que los “padrinos” te transmiten son de aliento, a fin de que no te desanimes y puedan curate en el tiempo estimado que ellos consideran se desintoxica tu cuerpo, 3 meses. Durante esos días, de lunes a domingo las actividades que tienen los ingresados consisten en pláticas motivacionales, con espacios para el almuerzo, comida y cena.

“Ingresan de todo, personas en sus 5 sentidos que deciden solicitar ayuda para dejar de beber, gente que llega ebrio y es ingresada por un familiar e incluso en muy mal estado; algunos fallecen antes de que puedan recibir la ayuda por congestión alcohólica”, comentó.

Fredy señala que, por fortuna, en dos meses y medio pudo recuperarse de su estado. Las mismas personas que vieron su evolución lo trasladaron a otras áreas del centro de rehabilitación, donde podía salir al exterior a realizar mandados, pero era una especie de prueba para saber si estaba listo o desistiría de su rehabilitación.

“Debido a mi comportamiento, me pasaron a la cocina, después hacía mandados, lo que implicaba salir a la calle y poder regresar al lugar o abandonarlo definitivamente, pero eso era un reto para mí, me faltaba medio mes para cumplir el tiempo estimado, así que decidí regresar para terminar mi proceso”, dijo.

 

En contraste

 

Sin embargo, hubo a quienes no les fue tan bien, ya que en su primera vez de llegar a un lugar de rehabilitación se toparon con un anexo denominado “Emperador Fuera de Serie”, en estos lugares el trato que se le brinda al alcohólico es duro, hay castigos que les sirven para reflexionar, si aún no lo han hecho, que destruyen su vida y la de la gente que los rodea.

Este fue el caso de Federico, conocido entre sus cuates como “El Fede”, quien el mes de septiembre ingresó a un Centro de AA, ubicado en la colonia de El Seminario, donde dijo que el trato que les dan es inhumano, “nos dejan sin comer, dormimos en el piso, nos amarraban o hacían que nos bañáramos con agua fría y, en ocasiones, nos golpeaban”.

“Lo que buscamos es un poco de compresión a nuestra enfermedad, problema o padecimiento, como le quieran llamar, es verdad que nos nos darán más alcohol, pero el trato es muy malo, por eso lo primero que piensas es decir que ya estás curado, que no lo volverás a hacer, a fin de que tus familiares te saquen de esos lugares tan asquerosos, porque no se puede describir de otra forma”, aseveró.

Fede trabaja vendiendo donas en la colonia Moderna de la Cruz, en Toluca, es quien sostiene su hogar y asegura que gana el dinero suficiente para darle de comer a su familia, sin embargo, a veces los problemas diarios o simplemente el gusto por ingerir alcohol lo han llevado a perder la noción del tiempo, abandonando toda voluntad cuando de beber se trata.

 

Escuadrón “Emperador Fuera de Serie”

 

Estos lugares están hechos para personas que han reincidido en el consumo de alcohol, que a pesar de conocer los Centros de Rehabilitación recaen en el consumo de las bebidas embriagantes y saben que son tres meses los que pasan en un lugar, hasta cierto punto, tranquilo.

Sin embargo, a quienes inciden los regresan a este escuadrón y tienen que soportar castigos por no obedecer a los encargados de dichos anexos y piensan que es igual que en AA, cuando la realidad es otra.

Cabe mencionar que Fede llegó a este lugar y su experiencia no fue tan agradable; al mes de estar encerrado pidió a su familiar que lo sacara del lugar, diciendo que había aprendido la lección, que no desea regresar a ese lugar ni de broma.

 

FOTO: Juan Hernández
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