La convivencia entre las parejas durante la cuarentena ha provocado más separaciones que en años anteriores.
Por Guadalupe de la Cruz
La convivencia diaria entre parejas que se dio durante el año y medio que lleva la pandemia de Covid-19, ha provocado que los divorcios se dispararan hasta en un 50 por ciento, siendo el incausado el más promovido o el que se encuentra de moda actualmente.
Héctor Martínez Miranda, presidente de la Asociación de Abogados de Toluca, comentó que los divorcios en tiempos de pandemia se agudizaron; en la mayoría de los casos, la violencia intrafamiliar estuvo implícita, ya que la convivencia diaria provocó dicha situación.
“Actualmente, la mujer ya no se deja y hace valer sus derechos, además de que también es proveedora de alimentos en el hogar, lo que le da confianza de no permitir ser agredida por el cónyuge, y este último convivió todos los días con su familia ocasionando, más que un acercamiento, una fractura al interior del hogar”, indicó.
El abogado precisó que existen cuatro tipos de divorcios, siendo estos: el incausado, el voluntario, el administrativo y el notarial; este último es una figura nueva, en la que los interesados acuden ante un notario con acuerdo en mano, y este hace la solicitud para realizar el divorcio ante esta figura jurídica.
De igual forma, en el incausado, cualquiera de los dos cónyuges puede solicitarlo mediante una demanda a través del juzgado familiar; el divorcio voluntario es cuando los dos cónyuges están de acuerdo, presentan su demanda y su convenio y se le da trámite; el administrativo los conduce con un oficial del registro civil y, si no hay hijos menores, se liquidó la sociedad conyugal -si es que la hubiera- se da la disolución del vínculo matrimonial; y el notarial, también van los dos cónyuges ante el notario y manifiestan el deseo de disolver el matrimonio, se hace una solicitud, el convenio, se demuestra que no tienen hijos menores, que no hay sociedad conyugal y quedan libres.
Martínez Miranda mencionó que actualmente la figura del matrimonio está desgastada, “los jóvenes ya no se quieren casar o, en su defecto, se casan muy chicos, lo cual provoca que por la inmadurez, en ambos casos, se lleve a cabo la separación de las parejas, pero también algo muy importante que pasa es que la mujer exige y reclama que se respeten sus derechos”.
Actualmente, dijo, las mujeres ya no se dejan, al ser profesionistas, llevar dinero a la casa, seguir estudiando y, además, ser madres de familia, en muchas ocasiones no les queda tiempo para ser amas de casa y tener todo listo para cuando llega el marido, es ahí cuando empiezan los problemas.
“Pero durante la pandemia, al estar más tiempo juntos, convivir todo el día, provocó que la relación entre los padres se desgastara y ocasionó roces, peleas y disgustos, desencadenando en el divorcio”, concluyó.