Guadalupe de la Cruz
Guadalupe Cucano, directora del grupo artesanal Tollotzin, hizo un llamado a consumir lo local y fortalecer la producción artesanal como una herramienta para combatir la deserción escolar.
Asimismo dijo que el grupo artesanal Tollotzin nació como una alternativa para que los estudiantes universitarios pudieran continuar con sus estudios sin verse obligados a abandonarlos por razones económicas.
La directora del colectivo, destacó que la iniciativa surgió en respuesta a la compleja deserción estudiantil que se vivió en su época, debido a los altos costos de las prácticas profesionales, los viajes y los materiales académicos.
El proyecto llegó a la universidad a través de un pequeño mercado interno dentro de la universidad, a fin de vender sus productos artesanales en eventos escolares. Con el tiempo, la iniciativa se expandió y comenzó a absorber a personas de la tercera edad quienes también crean artesanias y no tienen donde comercializarlaa.
En este mismo sentido comenro qje actualmente, de Tollotzin han surgido diversos subgrupos dedicados a distintos sectores, como mercados agroalimentarios, productos saludables y plantas, «la intención no es solo vender productos, sino fomentar el emprendimiento creativo, entendiendo la artesanía no como la simple reventa de productos, sino como la representación de una idea en un objeto físico».
Uno de los grandes retos que enfrentan los artesanos de Tollotzin es la falta de espacios adecuados para comercializar sus productos. A pesar de los intentos por rescatar espacios públicos, la falta de apoyo por parte de las autoridades y la baja participación ciudadana han dificultado el establecimiento de puntos de venta permanentes.
«Buscamos espacios sanos y libres donde podamos vender de manera justa, sin depender de intermediarios, sin embargo, la falta de reconocimiento formal para los artesanos ha complicado aún más el proceso», concluyó.